Hace unos días, en plena cuarentena y completamente confinados, cumplí medio siglo, yo prefiero decir que cumplí 25 años marcianos ya que Marte tarda aproximadamente dos años terrestres en dar la vuelta al sol y lo de los años no deja de ser una medida arbitraria de vueltas al sol, si en algún momento se sale de la tierra, los marcianos cumplirán años a ese ritmo... así que como se que no llegaré a Marte, me limito a anticiparme a ese futuro posible que no veré.
En cualquier caso, esta canción ya tiene tantos años como yo, se cuenten como se cuenten. La he escogido entre otras muchas que salieron en 1970, tiene una letra un tanto rara aunque realista. Dice que prefiere ser un gorrión a un caracol, normal, no le veo la ventaja a ser baboso, arrastrado y tener que llevar siempre la casa a cuestas. También dice que prefiere ser un martillo que un clavo, aunque eso es más profundo. El clavo se clava gracias al martillo, pero el golpe lo reciben los dos. No sabría decir quien lo pasa peor... si el clavo o el martillo. Pues el clavo ahí queda donde lo dejaron, quien sabe, igual es un mueble de lujo, el que ha sufrido es la madera con la que lo han hecho. Por su parte el martillo solo puede seguir golpeando clavos, menuda vida. Aunque lo que parece indicar es que prefiere golpear que ser golpeado... no se.
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