domingo, mayo 10, 2020

El dilema del tren.

Si leíste la entrada anterior puede que te quedases con que el título mencionaba el dilema del tren y no se habla del mismo en todo el artículo.

Un dilema es aquel punto al que se llega en el que solo parecen existir dos opciones posibles, y ambas son malas.

En este caso se plantea un problema ético como el que se parecen plantear en cada paso que se da en esta epidemia.

Yo lo recordaba como el dilema del tren, pero en Wikipedia se hace mención del mismo como el dilema del tranvía. Es decir, el problema original no lo pensé yo pero con el tiempo lo he ido reconstruyendo el mismo en mi memoria y con un poco más de olvido podría llegar a creerme que lo planteé yo. No es así.

El problema:

a.- Supongamos un tren sin frenos que se acerca a un andén en el que hay 5 personas atadas a la vía. A nuestro lado existe un cambio de agujas que permite cambiar el tren de vía hacia una en la que también hay una persona atada.

¿Lo accionarías?

b.-  Mismo tren, en lugar de 5 personas hay 20, pero el cambio de agujas saca al tren solo un momento y después vuelve a encontrarse en el camino de arrollar a las 10 personas. Sin embargo hemos observado que en ese desvío, encima de la vía,  existe vehículo que tenemos la certeza de que pararía el tren con tiempo suficiente para que no pase por encima de las otras 10, pero dentro del vehículo hay una madre con su hija que seguramente fallecerían en caso de accionar el cambio de agujas.

¿Lo accionarías?

c.- Tren con 200 pasajeros sin frenos. 5 personas atadas sobre la vía. Hay un guarda agujas que desvía el tren a una via muerta. Desviar el tren producirá un accidente inminente a gran velocidad. Podrían morir todos, una parte, o ninguno.

¿Lo accionarías?


La soluccion:

Es un dilema, es decir, no hay una solución al mismo. Cada persona aplicará su propio esquema ético para decidir si desvía el tren o no lo hace. En la mayoría de los dilemas, existe también la opción de no hacer nada que suele ser como una tercera vía que no sabemos hacia donde se dirige, yo la llamaba hacer un Rajoy... Pero en el dilema del tren, no elegir por el desvío del tren implica elegir por la primera opción aunque sea por omisión.

En la opción a.- parece que resulta fácil decidirse por matar conscientemente a 1 persona frente a la de dejar que el tren, sin nuestra intervención, mate a 5. Aunque así dicho, ya no resulta tan fácil.

La opción b.- muestra una descompensación en la probabilidad de víctimas, veinte contra dos. Se introduce el matiz de indicar que es una madre y su hija. Matar con probabilidad a dos, o con seguridad a veinte, pero, ¿Tenemos certeza de que el vehículo va a parar el tren y no va a matar de todos modos a los veinte.

Y por último, en la opción c.- el problema es que tenemos aún menos certeza sobre lo que va a ocurrir en el caso de que se desvíe el tren, la mayoría de los accidentes de tren se saldan con un gran número de víctimas. En nuestra mano está solo la posibilidad de asegurar de que salvamos a 5, pero no sabemos lo que le va ocurrir a todo el pasaje. No hacer nada supone salvar a 200 que no sabemos si habrían muerto en caso de accidente.

En todos los casos se podrían introducir matices, podríamos saber que una de las personas atadas en uno u otro lado de la via o uno de los pasajeros es un asesino en serie,  o un científico que puede descubrir la vacuna contra la malaria. ¿Y si la niña se convierte en cualquiera de estas opciones en el futuro?, ¿que haríamos si cambiamos el planteamiento para que la acción del guarda agujas y la posición de la vías sean al reves con los mismos protagonistas?

La gestión del COVID parece que se esté convirtiendo en una versión del dilema del tren. No hacer nada supone que vayan a morir muchas personas contagiadas por la enfermedad. Aplicar una cuarentena  puede servir para ganar tiempo y que muchas se salven con una hipotética vacuna, en todo caso permite que se traten con más probabilidades de curación a las que de todos modos enfermen porque se evite la saturación del sistema sanitario. Por contra, parece avocar a una crisis tanto peor cuanto mayor sea el tiempo en el que todo esté parado.

Ciertamente, es un dilema. Pero cuando se decretó la alarma todos tenían claro que era necesario aplicar la cuarentena y muchos recriminaron el hecho de no haberla aplicado antes. La cuarentena ha desviado el tren, y se sabe que se ha salvado a un gran número de personas. Pero el problema sigue ahí, el tren ha vuelto a la via y volvemos a tener la opción de desviarlo, ¿volveremos a salvar a esas personas? El dilema que dicen algunos plantear es que el problema económico será peor que dejar que se mueran todas esas personas y por ello deciden que es mejor salvar la economía. Pero yo ahí no veo dilema porque cuando empiecen a morir todos aquellos a los que hemos decidido no salvar, también se acabará produciendo una crisis por no decir que tarde o temprano se volverá a llegar a la conclusión de que hay que detenerlo todo.



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