jueves, diciembre 31, 2020

2020 Vaya año de mierda. Despidiendo a un viejo amigo.

 Esta tarde he escuchado esta canción, he pensado que era un buen tema para dejar este año que poco podía hacer para empeorar, pero Murphy lo tenía claro, si algo puede ir peor... y hace un rato he recibido un whatsupp que no hacía bromas. Cracor nos había dejado. Hace mucho tiempo que no le veo, la última noticia que tuve de él fue por culpa de un tumor que le habían encontrado en la cabeza. Decir que el Covid hizo que no tuviera la mejor de las atenciones es una obviedad, pero no se puede decir que fuera una víctima más de la pandemia.

Hace años que no trataba con él, ya no sabría decir como había evolucionado, todos lo hacemos aunque él evolucionó antes que todos nosotros. El ya era ateo declarado cuando yo aún estaba bajo la tutela costumbrista de la iglesia, estoy hablando de hace más de 30 años y por lo que veo, en eso no había cambiado.

Ya hace tiempo que no le veo, como a la mayoría de los que considero amigos de toda la vida, de hecho le vi con alguno de ellos cenando hace unos pocos años, nunca sabemos cuando es la última vez que vemos a alguien. Deberíamos aprender de ello y preocuparnos por vernos más a menudo. Disfrutar de la vida, en vida, porque después no hay nada que disfrutar.



miércoles, diciembre 23, 2020

Fe en crisis.

 Habrá que esperar al año que viene para saber que es lo que ha sucedido durante en 2020 ya que las desgracias suelen ser impulsoras de la fe tanto como la necesidad que tienen las revoluciones de que sus revolucionarios pasen hambre; pero ya sabemos lo que pasó en 2019 y en los años anteriores aunque faltan datos porque la conferencia episcopal no ha publicado la memoria de actividades de 2019, ¿Covid o malos datos?

Una forma de saber como van las cosas en la religión la marca el número de matrimonios:

  Matrimonios  
  Total civiles % solo civiles Religiosos % religiosos
2019 165578 131709 79,54% 33869 20,46%
2018 167613 125638 74,96% 41975 25,04%
2017 173626 127070 73,19% 46556 26,81%
2016 175343 124538 71,03% 50805 28,97%
2015 168910 117100 69,33% 51810 30,67%
2014 162554 110059 67,71% 52495 32,29%
2013 156446 102297 65,39% 54149 34,61%

El número de matrimonios religiosos ha bajado al 20,46% del total en 2019, no sabría decir cuantos en el casi 80% restante pertenecen a otras religiones, no parece que haya estadísticas al respecto pero está claro que el número de nuevas familias católicas ya no refleja un sentir demasiado católico, de hecho seguro que sigue habiendo un número bastante grande de matrimonios que se realizan por la iglesia por costumbre y parafernalia costumbrista, vamos que no sabemos cuantos de esos matrimonios va a misa después de casarse si quitamos de la fórmula los entierros, bodas, comuniones y bautizos.

 Estos últimos, los bautizos, constituyen una muestra todavía más representativa ya que su porcentaje baja mucho más que lo que lo hace el número de nacimientos.

  Nacimientos bautizos % bautizos Sin bautizar % sin bautizar
2019 359770        
2018 369302 193394 52,37% 175908 47,63%
2017 393181 214271 54,50% 178910 45,50%
2016 410583 226125 55,07% 184458 44,93%
2015 420290 231254 55,02% 189036 44,98%
2014 427595 240282 56,19% 187313 43,81%
2013 425715 254222 59,72% 171493 40,28%
2012 454648 268810 59,12% 185838 40,88%
2011 471999 292140 61,89% 179859 38,11%
2010 486575 349820 71,89% 136755 28,11%

 La costumbre y la superstición es mucho más poderosa en los bautizos que en los matrimonios, sin embargo es significativo que en 2010 el porcentaje de niños en España sin bautizar era de solo el 28,11% y en 2018 pasó al 47,63%, dicho de otra manera, en 2010 se bautizaba un 72% de los niños y en 2018 poco más del 52%. Si tuviera que pensar en una razón por la que la Coferencia Episcopal no publicó en 2020 sobre lo sucedido en 2019, puede que pensase en el Covid, pero se me ocurre que a lo mejor, por primera vez en la historia del país, el porcentaje de bautizos dejaba de ser mayoritario.

El número de nacimientos en España baja sistemáticamente año tras año y en realidad el descenso sería superior si solo se consideran nacimientos de niños españoles de padres españoles, pero en ese 22% de nacimientos no nacionales también los hay que proceden de paises de tradición católica. Por otra parte en 2019 había dos millones de musulmanes en el país así que me temo que hablar del descenso de católicos no implica necesariamente un aumento equivalente en el de ateos.

En cualquier caso el dinero que todos los españoles independientemente de la religión o ausencia de la misma que profese que nos toca pagar queramos o no a la iglesia no desciende de acorde al porcentaje de religiosidad católica, de alguna forma podríamos decir que son menos para repartirse más pastel y encima están exentos de pagos en los que el resto de nacionales tienen que pagar por lo que ellos no pagan por lo que podemos decir que la fe está en crisis, la iglesia como tal, también, pero sus bolsillos siguen bien llenos.

martes, diciembre 22, 2020

El covidperio contraataca.

En junio hablé del covid, dije que nos iban a confinar de nuevo pero que lo iban a hacer por partes, no me equivoqué. No se trata de un pronóstico de un médium ni se me presentó la virgen para hacerme partícipe de ello. En realidad era como la lotería de navidad, se ve venir, soñamos como siempre que nos va a tocar, y perdemos los 20 euros jugados sino como siempre, como casi siempre.

 Es curioso que no haya mediado confinamiento severo, escucho a muchos políticos decir que no se podía aguantar otro confinamiento de ese tipo pero me pregunto que es lo que piensan en tantos y tantos comercios que no ven la luz y a los que eso de abrir a medias o no poder abrir en absoluto no les sale a cuenta.

Me llama la atención las manifestaciones de restauración y hostelería diciendo que se ahogan, que no pueden más. Sobre todo porque su petición es la de directamente prescindir de la salud no dándose cuenta de que a medida que empeoran los números son los propios clientes los que pueden decidir no acudir a los locales. Yo me pregunto ahora que hubiera ocurrido si en lugar de esas 17 decisiones dispares entre comunidades para afrontar el problema intentando no cerrar la economía, se hubiera cerrado a cal y canto durante otros 20 días, no se... en septiembre antes de que todo se complicase demasiado o al menos coincidiendo con un puente en el que a la hora de la verdad nadie se ha podido ir a ningún lado para salvar la economía y que los que lo han hecho solo han contribuido a alargar la agonía.

Quizás pensaban que la vacuna estaba cerca, que parece que sí, que lo está, aunque hay un riesgo con el que no habían pensado demasiado que era precisamente la propia naturaleza darwiniana del virus. Evoluciona, y lo hace rápido porque se replica muy rápido. Tanta gente contagiada y contagiandose a lo largo y ancho del mundo significa que el virus hace copias de sí mismo en un gran número y que por tanto comete muchos fallos de réplica. Muchos no prosperan pero con tantos enfermos, alguno tiene una ventaja evolutiva que le permite replicarse más rápido. Ahora tenemos la variante británica, me pregunto si Trump dirá que ahora el virus es ingles, dicen que es más efectivo contagiando pero que no es más letal. Lo de la letalidad es relativo, como hablar de la letalidad del ébola, si hablamos de porcentajes sobre infectados sí... es menos letal, pero si nos ponemos a contar muertos, nos salen muchos más. La vacuna está ahí, pero, ¿cuanto tiempo pasará antes de que aparezca una copia igualmente de letal, con la misma capacidad de réplica, pero que cambie su secuencia génica de forma que la vacuna sea equivalente a tomar naranjas contra la gripe? De hecho, si se produce esa mutación, no solo no servirán para nada las vacunas que van a empezar a repartir sino que la gente que ya ha pasado el virus pondrá su marcador a cero y entrará de nuevo en el bombo de los sepultables sin familia.

Al principio se hablaba de la pandemia como si se tratase de una guerra, hubo mucha gente que criticó ese tipo de discurso, pero yo estoy convencido de que al margen del discurso empleado, el tratamiento que le da la gente en general es precisamente ese, es una guerra. Pero no en el sentido de prepararse contra ella, sino en el de haberse acostumbrado a la misma. Como la gente que salía en las ciudades europeas durante la segunda guerra mundial y seguía yendo a cines, teatros y bares cuando caían las bombas. Pues resulta que es algo que hacen en todos los frentes y si hay algo en las guerras es no pueden ganar los dos bandos.

Ahora mismo hay mucha gente que piensa que la batalla está más ganada que menos, igual tienen razón, pero cuando menos, seguirán siendo muchos los que caigan por balas perdidas después del armisticio. Yo, por mi parte no daría al virus por derrotado. Viviremos una tercera ola aunque la ignoraremos tanto o más que la anterior porque en realidad no habrá existido una transición entre la segunda y la siguiente, cosas de no haberse encerrado en casa como con la primera. La duda ya no está tanto en saber cuando se acabará la tercera oleada de familiares y amigos muertos por covid, la duda está en saber si habrá una cuarta con una versión contra la que tengan que diseñar una nueva vacuna que además se la tengan que poner no solo a los que no enfermaron sino también a los que sobrevivieron a la enfermedad y a aquellos que se vacunaron con la vacuna equivocada.

El único sistema para frenar la capacidad de regeneración del virus y sus posibles mutaciones es el de hacer que se replique menos reduciendo el número de contagios, es decir, confinándose, pero como por ahí no vamos a pasar, habrá que ver que es lo siguiente.

 


domingo, diciembre 20, 2020

El tonto, el feo y el malo del impuesto de patrimonio.

Ya he hablado mucho sobre lo inútil que resulta jugar a la lotería nacional u otros juegos de azar. Decir que solo hay una posibilidad entre 100.000 de que un décimo  que cuesta 20 euros se convierta en 400.000 euros (bueno... 328.000 pues hacienda se lleva el resto sin respirar) nos muestra que asumir números grandes no es lo nuestro, sobre todo porque hacienda ya se lleva una buena parte de esos 20 euros que no se reparten como premios pues sin tratarse de un impuesto, es una forma de recaudar.

 Para que nos hagamos una idea, la posibilidad de que nos llevemos el gordo son casi la mitad de las que tenemos de sacar 19 caras seguidas despues de tirar diecinueve veces una moneda al aire. Sí, ya se, puede tocar, de hecho a alguien le toca, y todos pensamos lo mismo, ¿por qué no voy a ser yo?, pero el experimento es fácil, prueba a lanzar monedas 19 veces al aire y ve anotando 20 euros por cada vez que no llegas a 19 caras seguidas. Si llegas alguna vez a 19 piensa que a pesar de todo queda casi la mitad del bombo para que no te toque.

Ya no digo la primitiva u otras que necesitan más de 27 caras o cruces seguidas, pero claro, puedes jugar solo un euro para jugar y siempre puedes decir que es el euro que perdiste en el agujero del bolsillo. A la hora de la verdad es una inversión mínima por soñar con 27 cruces lanzando monedas para ser rico.

 Sin embargo jugamos, yo también, aunque juego lo mínimo porque sé que es tirar el dinero. Perder un euro de la cartera no me afecta, perder 20 de una tacada me afecta más aunque sepa que las probabilidades de ganar con el euro son mucho menores. La razón por la que jugamos está en la rentabilidad que le podemos sacar al dinero que nos sobra. Puede que los millonarios jueguen a la lotería porque perder 2000 euros supone para ellos menos pérdida que para el resto de los mortales perder 1 euro. Pero para la mayoría de nosotros, no hay otro sistema para conseguir una gran cantidad de dinero que tirar el dinero y confiar en la suerte.

Ahora bien, ganar dinero fácil (digo fácil por el exfuerzo empleado, no porque sea probable ganarlo) o hacerlo por una adecuada inversión (diría que especulando con o sin fundamento) no significa que mantener dicho dinero sea fácil. El Estado cobra por lo que se tiene,  lo llaman impuesto al patrimonio por lo que si uno tiene mucho y no lo invierte para producir más, lo va a ir perdiendo sin contar con lo que se gaste o lo que pierda de valor por culpa de la inflacción.

 Cuando hablamos de la lotería siempre se habla del impuesto que ahora se paga por el premio recibido, también se suele decir que después no hay que pagar más que por los intereses que después produce el mismo, pero el impuesto de patrimonio se paga simplemente por su mera existencia después de haber pagado el resto de los impuestos. Por eso existen los paraisos fiscales, porque hay sitios en los que ese dinero paga poco o nada al margen del beneficio que pueda conseguir al invertirse. Sin embargo, no hace falta irse a ningún lugar exótico para encontrar un paraiso fiscal. La calificación de un lugar como paraiso fiscal la otorga la diferencia de trato sobre otros lugares que no tengan dicha categoría y resulta que sin salir de España, en función de donde vivas, la diferencia de tributación es bastante significativa.

Primero porque resulta que hay un minimo de patrimonio exento. Algunas comunidades lo fijan en 700.000 euros, pero otras como Aragón empiezan a cobrar a partir de los 400.000, es decir, si tienes dos décimos de lotería, antes de cobrarlo ya te toca pagar 142000 euros a hacienda, y el año siguiente volverás a pagar aunque no tengas otra propiedad.

En https://www.businessinsider.es/impuesto-patrimonio-son-diferencias-autonomias-388179 hay más ejemplos, ahí nos dicen que en un patrimonio de 4 millones de euros, se pagarán casi 60.000 euros de impuestos en Extremadura, algo más de 9.000 euros en La Rioja y nada en absoluto en la Comunidad de Madrid. ¿Alguien puede decir que Madrid no es un paraiso fiscal dentro del pais?

Así que no me extraña, los que tienen dinero se van a Madrid, allí pagan menos y después viven donde les da la gana, por lo mismo... porque tienen dinero.

Pero a la hora de la verdad es como lo que hacen las grandes compañias sobre los pequeños comerciantes. Vender más barato con el objetivo de tener más clientes.

No voy a entrar en si tiene sentido grabar a alguien un impuesto por el mero hecho de tener dinero. En realidad es algo que ya se hacía en la edad media, el recaudador llegaba a tu casa y te quitaba una parte de lo que tenías. Ahora, obtener ese dinero supone haber pagado unos impuestos, volver a pagar por tenerlo es una doble imposición que obliga a invertir lo que se tiene para, al menos, no perder. El crecimiento es obligatorio y así nos va en un mundo finito en el que es imposible seguir creciendo indefinidamente.

Los que tienen dinero suelen invertir el dinero de todos modos, el impuesto de patrimonio se resta de la ganancia obtenida por lo que declararlo en el lugar en el que menos se pague no deja de ser una inversión.

Ahora bien, si pensamos en el conjunto del país, hubo un tiempo en el que dicho impuesto no se había transferido a las comunidades. Supongamos que el estado ingresaba 1000 unidades por dicho impuesto en el conjunto del país. El Estado después gasta ese dinero en sus presupuestos en función de las necesidades, infraestructuras, sanidad, salarios públicos, seguridad, defensa... Por lo general, si un lugar tiene más habitantes y es más grande, también necesitará una parte mayor del presupuesto. Si hubieran 10 comunidades identicas con el mismo número de habitantes se podría inferir que a cada comunidad le corresponden 100 unidades. Ahora supongamos que resulta que en ese pais se ha transferido el impuesto a las comunidades pero sigue existiendo libertad de movimiento y no hay problema en invertir en un lado viviendo en otro.

Si no hay cambios en el impuesto, nadie tiene mayor necesidad en cambiar su domicilio fiscal. Pero supongamos una comunidad que decide bajar a la mitad dicho impuesto. En teoría le supone bajar sus ingresos de 100 a 50 unidades, pero todos aquellos de las restantes comunidades que tienen dinero ven en la maniobra la oportunidad de moverse a dicha comunidad para pagar menos. Si cada una de las restantes comunidades pierde la mitad de sus contribuyentes por dicho impuesto, sus ingresos pasan de 100 a 50 sin haber reducido el gravamen al que someten dicho impuesto. Las 9 comunidades pasarán en su conjunto a recibir 450 unidades donde antes cobraban 900, y la insolidaria, recibirá 50 más los 225 que cobra ahora por los que se han desplazado, es decir, 275 unidades de impuesto que es bastante más que lo que cobraba cuando grababa el doble por "tener". Eso sí, la maniobra, que supone un beneficio para una de las comunidades de las 10 que se supone que juegan juntas, supone una disminución de la riqueza del pais en su conjunto de 450 unidades.

Para que otra comunidad pueda competir con la maniobra, no puede simplemente igualar la oferta ¿porqué se iban a cambiar aquellos que tienen dinero si no reciben un beneficio?, como mucho igualarla podría servir para recuperar a alguno de los que se fueron pero el gasto que les supusiera el movimiento podría hacerles desistir pues perderían con el traslado. Así que en su lugar, otra comunidad podría decidir doblar la apuesta, ello bajaría los ingresos de 50 que tiene actualmente a 25 unidades. Para el contribuyente, pagar un 25% de lo que pagaba al principio parece un incentivo suficiente para que otra mitad de los de las 8 comunidades en las que se no se ha reducido el impuesto se piense que es bueno cambiar y en la que pagaban solo la mitad, si lo consideraron positivo una vez, es bastante probable que muchos vuelvan a considerar el beneficio de la reducción en el impuesto como una buena opción. Al final resulta que esta nueva comunidad pasaría a recibir un incremento de 100 unidades que se corresponderían a los 200 que dejarían de ganar en ocho comunidades que ahora pasarían a ingresar solo 25, y la que empezó las rebajas ahora cobraría 137,5 unidades. La comunidad que ha actualizado ahora su impuesto cobraría en total 193,75 unidades. Es decir la maniobra le habría supuesto casi doblar los ingresos que tenía antes de bajar nada el impuesto. La primera comunidad que los bajó, aún sigue ganando más pero en su conjunto, el Estado ha dejado de recaudar más de 468 unidades.

He hecho los cálculos de cabeza, pero cada maniobra que hace una comunidad para rebajar impuestos  con el objetivo de atraer a aquellos que viven en otras comunidades parece aumentar sus ingresos pero lo hace a costa de bajar la cantidad total de ingresos del Estado en su conjunto. Después, si otra comunidad lanza una operación similar para intentar lo mismo, también empobrece aún mas al resto pero disminuyendo su beneficio y si otra comunidad pretende hacer la misma maniobra, ya no incrementaría tanto sus ingresos por lo que llegaría un momento en el que dejaría de ser posible realizarla.

 No se si se ve lo que quiero decir, al final es una carrera de insolidaridad con el conjunto del Estado, y unos hacen de buenos o de tontos según se mire, otros son los feos y por último nos queda los malos. En este pais en el que hay tantos cobrando y otros tantos moviendo su dinero para pagar menos, ya sea legal o ilegalmente dejo ya a la libre opinión del lector decidir quien es quien en esta película.

 Pero independientemente del papel que le haya correspondido en la pelicula, el que tiene dinero se moverá al lugar en el que le resulte más fácil imcrementar sus beneficios, convencer a la clase política para que actuen en su beneficio es parte del negocio... y así nos va... que luego se les llena la boca hablando de democracia cuando la realidad está más cerca de la plutocracia.