jueves, abril 30, 2020

Waldo de los Rios "Brahms 3ª sinfonía"

Me he puesto a recordar, cuando eres niño piensas en lo que serás de mayor, cuando empiezas a ser mayor, piensas en lo que pensabas de niño.

Recuerdo aquel tocadiscos stereo que tenía los altavoces por tapa, recuerdo aquellos singles de mis padres y este es uno de ellos. También tenía una colección de discos clásicos que parecían grabados en piedra, aquellos los escuchaba poco.

Los arreglos de waldo de los Rios me gustaban mucho más que los de Luis Cobos, a este nos lo ponía en el coche cuando íbamos de viaje.

No puedo dejar de sentir melancolía al escucharlo, me sabe a bocadillo de barra de pan con cuatro onzas de chocolate que ir empujando mientras como pan con pan por el que se ha ido desplazando el mismo. Me sabe a una infancia que no fue tan feliz como quisiera recordar pero que de todos modos no fue mala. Mala es la infancia que viven los refugiados, los abandonados, los miserables en los países en guerra, en los lugares sin alimentos, sin agua o sin techo.


Áreas sanitarias. La nueva división del pais.

Ayer, o antes de ayer, o el otro, bueno, no se en que día de la marmota anterior al que nos encontramos, el gobierno empezó a hablar de la desescalada y de las fases de la misma. A nadie le pareció llamar la atención el hecho de que la primera fase no fuera la primera sino  la segunda pues la primera era la fase cero, pero las comunidades saltaron como trampas para ratones en Speedy González al determinar que la unidad de desescalada iba a ser la provincia.

En una de las fases, la primera o la menos uno de la primera, o la tercera que es la segunda, me lío, se iba a autorizar hacer viajes y visitar a la familia... dentro de la provincia.

Entiendo el disgusto de los hoteles, aunque les dejen abrir, pocos clientes van a tener si son de la misma provincia. Es lo que tiene estar confinados por salud, es como no poder circular a 300 por la autopista, los hay que tienen coches que podrían ir a esa velocidad, pero no pueden, por salud, la suya y la del que venga de cara.

Pero lo que más gracia me hace ha sido ese rechazo unánime por parte de algún representante de alguna comunidad a que se fije la provincia como unidad para poder establecer la medida y todos salen con que debería haberse fijado la de "Área Sanitaria".

Así que si dicen, no puedes salir de tu area sanitaria... ¿alguien sabría a que coño se están refiriendo?, ¿hasta donde puedo salir?

Además lo dicen después de haber visto el significado de la palabra, "a un kilómetro de casa" de propietarios de niños y padres de mascotas de buena parte de la población del país.

¿Que instrucciones le van a dar a las policías y cuerpos de seguridad?, ¿donde están los límites de las áreas sanitarias?

- Caballero, ha salido usted de su área sanitaria y nos vemos en la obligación de proponer una sanción por incumplir el confinamiento.

- Oiga, que yo tengo seguro privado... y mi compañía no tiene hospital en mi área...

- Se encuentra Vd a treintaidos áreas de distancia de la suya...

- Ha sio sin querer pero es un fallo de señalización... yo he visto que salía de la provincia de madrid, que entraba en la de Cuenca, que salía de Cuenca, que entraba en Valencia y ya puestos me he quedado en la playa... pero en ningún momento he visto que saliera de mi área sanitaria.

ir por areas sanitarias, significaría distinguir unas de otras a la hora de aplicar el plan de desescalada, ¿como piensa Torra o cualquier otro de los presidentes regionales decirles a los de un area que pueden salir y a los de al lado que no, si ellos mismos no saben si pertenecen a esa o a otra área?

Yo creo que el pensamiento que les lleva a decir semejante chorrada es el de contravenir cualquier cosa que diga el gobierno. Si hubieran propuesto lo de las areas sanitarias les habrían replicado que es algo inviable y que habría sido mucho mejor usar las provincias.

Por otra parte, controlar provincias es algo que las FCS habrían podido hacer algo mejor. Cuando el presidente de la comunidad X prefiere otro sistema, lo que está haciendo es proponer un sistema según el cual no se pueda hacer ningún control y que haya libertad de movimientos para que sus chiringuitos y sus hoteles tengan clientes. Además, si se complicase la cosa, siempre podría volver a echar la culpa al gobierno por no saber controlar los movimientos de personas fuera de las áreas sanitarias... estén donde estén.


miércoles, abril 29, 2020

Julie Andrews "Do Re Mi" Sonrisas y lagrimas.


No volverás, sobreviviste a un cáncer y cuando no te operaban de la columna te rompías un pie o el tobillo. Sufriste lo insufrible pero viviste y disfrutaste de tu vida como un alma libre en aquel pequeño piso en el que tanto calor pasabas en verano y tanto frío en invierno.

Si fuera cristiano devoto diría que te has vuelto a juntar con Andrés y que junto a Pepita volveréis a subir en un 127 con pedales de autoescuela y radio cassette de cartuchos en los que escuchar tangos mientras recorréis el mundo sin límites. Seguro que en uno de esos viajes te encuentras con mi padre y volvéis a pasar ratos como los de antaño, esos que tampoco volverán.

Pero no creo en resurrecciones ni en otras vidas, así que tu existencia queda reducida a nuestros recuerdos, nadie desaparece mientras haya quien lo recuerde, y yo tengo grandes recuerdos de todos vosotros. No superaste la enfermedad que se ha llevado a tantos y tantos en estos últimos días. No tuviste la fortuna de ser uno de esos pocos agraciados de tu edad que sí pudieron ser tratados en el hospital por lo que no pudiste ser uno de los pocos de ellos que se recuperaron de la enfermedad delante de las cámaras de televisión en la que nos mostraban que era posible sobrevivir, seguro que habría sido divertido verte salir del hospital saludando siendo el centro de atención como cada vez que contabas las aventuras y desventuras que te había tocado vivir.

No entraste en el hospital porque reservaron camas por lo que pudiera venir. Tampoco habrían tenido camas para todos los que como tu las pudieron necesitar, te abandonamos para morir sola en la residencia en las que te habíamos llevado a eso, a morir.

No puedo menos que pensar que yo también te fallé, en su día pensé en tenerte en mi casa y estabas convencida de que iba a ser así. Que iba a rescatarte de esa vida tan triste en la que se había convertido tu existencia, y por eso me resultaba tan difícil visitarte. A veces me hablabas como si lo hicieras con mi padre, otro que no volveré a ver y me costaba disimular la congoja que me entraba porque sabía que no iba a poder sacarte de aquel lugar.

Tu vida fue como la película, Sonrisas y lágrimas, el disco seguirá allí en tu casa si no la han saqueado u ocupado, que no me entrañaría nada.

Y ya se que no sirve para nada decirlo. Pero siento profundamente lo que te ha pasado.

Para Elisa, de un sobrino que te quiere.




martes, abril 28, 2020

La guerra del pan. (la pela es la pela).

Creo que en la vida he visto titulares tan distintos y opuestos para describir el mismo hecho.

En ABC se hacen eco de que Mercadona pierde un 95% de su beneficio en marzo por los gastos extraordinarios que ha tenido que afrontar por culpa del Covid, y en Diario 16 por su parte hablan de la subida "insolidaria y sin pudor" de precios que podría suponerles unos beneficios anuales del 70%.

Lo que si coincide toda la prensa es en señalar que los supermercados han incrementado sus ventas, el ABC lo cifra en un 14%, pero es fácil llegar a la conclusión de que en realidad ha sido mayor.

Basta con ver cuantas empresas decían vender toda su producción a la hostelería y que tras el cierre de ésta ya no lo hacen. Ayer hablaban de las marisqueras que ahora solo venden a las grandes superficies lamentando que su principal cliente eran los bares y restaurantes. El precio que estaban dispuestos a pagar al productor estos últimos por un género de mejor calidad era mayor que el que pagan las grandes superficies. A fin de cuentas el valor añadido al que lo vende el restaurante es muy superior al beneficio que puede obtener un supermercado que basa su beneficio en el volumen de ventas.

Tanta gente comiendo en restaurantes, tomando tapas en bares o comiendo en comedores de empresa o caterings de colegio, ahora siguen comiendo y lo hacen en casa y por tanto la compra que hacían bares, restaurantes y empresas de catering se ha trasladado a las familias que hacen su compra en el super. Un 14% de aumento de ventas me parece poco aumento porque también se incluye toda la bebida que antes se tomaba exclusivamente en bares y lugares de ocio. Vale que se bebe menos que saliendo... pero a juzgar por la estantería de las cervezas del Lidl, ahora se bebe en casa como si fuéramos europeos del norte.

Al principio, el miedo dejó las estanterías de los supermercados sin papel higiénico. A mi me da grima plantar un pino en el servicio de un bar, pero sin duda, como ocurre con la comida, hay una cantidad de papel que antes compraban los bares en cooperativas que ahora se utiliza en los hogares aunque no es tanto como para justificar que se agote. El problema era más bien logístico, se trata de un producto que por volumen produce poco beneficio por lo que no podían ocupar más almacén del que normalmente ocupaban y por tanto no podían cubrir la demanda puntual. Era cuestión de tiempo que en las casas hubiera un excedente de papel, por el mismo problema de almacenamiento y que se relajase su venta como así ha sido.

El del papel, es un detalle anecdótico. A los supermercados tampoco les interesa que la gente compre mucho papel pues el carro se llena demasiado pronto y reduce los beneficios en otros productos, conclusión, no falta papel.

Por lo general los supermercados aumentan el espacio dedicado a la venta de un producto cuando este tiene mucha salida, salvo que como el papel, genere un problema de almacenaje y sepan que el consumo no ha aumentado en proporción a las ventas porque se trate de una previsión apocalíptica.

Sin embargo hay un producto, o mejor dicho un conjunto relacionado de ellos, que sí tropieza con la política comercial usurera y antisocial de algunos centros comerciales. Hace unos pocos años, empresas como Mercadona y Lidl entraron en una guerra con pastelerías y panaderías por el mercado del pan y la repostería que incluso llevó a una regulación de la producción y etiquetado del pan. El pan, alimento denostado y devaluado durante años había recuperado su fuerza con masas madres, realizados a partir de cereales diversos y con formas atrayentes que había generado un negocio de masas precocinadas y congeladas que servir en nuevas cafeterías que hábilmente dejaban escapar el olor de las mismas a la calle para atraer a sus compradores como moscas a la miel. Hacer pan, vestirlo de lujo y venderlo a precios atrayentes en lugares de paso obligatorio o incluso a la entrada de los supermercados se había convertido en una moda muy lucrativa.

Pero el boom del pan y la repostería llegó también a internet y empezaron a venderse libros e impartir cursos para hacerlo en casa. Alma Obregón e Ivan Yarza son dos nombres que se me ocurren al respecto de lo que se puede hacer en casa con resultados que no envidian a las mejores panaderías y pastelerías.

Con el confinamiento, ir a comprar pan no era una prioridad para nadie por lo que las panaderías podían sufrir un descenso de las ventas que de nuevo se redirigía a los supermercados aunque estos tampoco veían que subiera sus ventas pues con la dinámica de la cuarentena al hacer menos compras con más volumen, estas se realizaban para más días, y el pan del super no dura tanto. Claro que se podía congelar, pero ¿quien congela pan si necesita espacio para los demás congelados?

Así que a los que ya hacían pan en casa se sumaron otros que normalmente no lo hacen. Un pan, sin los ingredientes adecuados no es que esté condenado al fracaso, pero si a ello se suma la falta de experiencia era bastante probable que no se convirtiera en una nueva costumbre.

Para supermercados como Mercadona y Lidl, que de repente la gente se pusiera a hacer su propio pan era un riesgo y seguramente compartían su miedo con todas las panaderías a las que a su vez habían quitado buena parte del negocio.  Cuando se calcula el coste energético de hacer el pan en casa y se suma el precio de los ingredientes cualquier panadero aficionado en su casa se percata de que el valor añadido que los supermercados aplican al pan es equivalente a aquel que sacan los bares por sus chuletones de buey con la diferencia de que por lo general el chuletón queda más bueno en un buen restaurante y el pan, si sabes hacerlo, queda mejor en casa.

Hacía falta desincentivar a la gente para hacer su pan y por eso, en los supermercados, al menos en Lidl, Mercadona y diría que también en Hipercor, llevamos más de un mes con una carencia sistemática de harinas de fuerza y levaduras de pan. Lo que nos lleva a que los supermercados no venden lo que la gente quiera comprar, sino que hacen que la gente compre lo que a ellos les interesa vender que  no es necesariamente lo más saludable, ni ecológico sino aquello que más beneficio les pueda producir.

En tiempo de guerra, siempre hay fabricantes de armas que se forran con sus ventas y comerciantes que acaparan productos básicos para vender más caro. En esta crisis, hay muchos aprovechados, pero que no nos engañen, los supermercados están haciendo el agosto y todo gasto adicional que realizan, se justifica por el aumento de beneficio que  les proporciona.


lunes, abril 27, 2020

James "Really hard"

Ya se, el silbido pasó a mejor vida, pero necesitaba evadirme un momento del mundo y me acordé de esta canción. La tenía en una cinta que compré sin saber ni quien cantaba en un cesto de esos de rebajas a finales de los 80.

No pasa mucha gente por aquí, así que en realidad es como escuchar la música del vecino, la pone para él, pero no le importa que los demás la escuchen.


Que hay de lo mio.

El domingo vimos una buena colección de irresponsables, familias que salían todas juntas y solo les faltaba la terraza del bar en la que tomar el vermut. Chavales jugando a fútbol con otros niños que difícilmente vivían en el mismo domicilio, gente charlando con otra del mismo modo que vienen haciendo muchos de los que sacan a pasear al perro.

No lo sabía, hay más perros en España que niños, y no es chiste, sin contar a los perros de raza primate sin pelo, lo dice aquí y no es noticia de ahora, es del año pasado. Así que va a resultar que los dueños de mascota perruna han sido por lo general más respetuosos con las normas durante el confinamiento que los agraciados poseedores de niños pequeños. No creo que haya uno solo de los primeros que no haya salido a dar un paseo por corto que sea para dejar la cagada en la calle. Algunos, espero que la mayoría, la recogen, pero esas no se ven, solo se ven las de aquellos que la dejan delante del portal por el que la mayoría solo salía para tirar la basura... veinte metros de calle hasta el contenedor y ya tiene que ser mala suerte  que pises una cagada de perro.

Pero lo de ayer fue demasiado...






Aunque lo más curioso son las reacciones, en twitter se ve  el hastag #Irresponsables haciendose eco de lo poco que se siguen las normas. Y rápidamente han salido algunos como el lehendakari vasco y el Lazi Catalán que responsabilizan al gobierno de que se hayan llenado las plazas de gente, y sí, tienen razón, el responsable de que haya salido toda esa gente es el gobierno que lo ha autorizado, pero, ¿porqué no han dicho públicamente que no, que no se salga pa ná?

Porque los mismos que critican la existencia de todos esos niños en la calle con sus padres irresponsables, son aquellos que después dicen que hay que empezar a abrir su chiringuito antes que los demás. ¿Que es, que se creen que cuando se abran los bares no va a salir la gente a la calle del mismo modo o peor? ¿Que se van a quedar haciendo cola a dos metros de distancia como hacen en el Mercadona?

Después hay quien cuelga vídeos diciendo que si nos hubieran enseñado la cruda realidad desde el principio, no habría hecho falta ni confinamiento ni cuarentena. Que la gente habría hecho deporte sin acercarse al resto y se habría salido a pasear con mascarillas manteniendo las distancias. Así que si dramatizamos, malo, porque se desata el pánico y la gente acaba con el papel higiénico y la harina. Si se le pone buena cara a la desgracia, malo, porque se banaliza. Pero conviene recordar que en España se vive en viviendas que de promedio no superan los 72 metros cuadrados, como para tener hijos. Para mí que es la razón principal para que tengamos el país líder en numero de bares por habitante. Y eso que los borrachos son todos los demás.

Por otra parte, en otros países europeos como Alemania es difícil ver a un grupo de niños jugando en un parque, haciendo cola para subir a los columpios, tirándose por un tobogán abarrotado o caminando por una pasarela de madera con más gente que la puerta de la catedral de santiago un domingo jubileo. Lo cierto es que aunque tenemos una de las tasas de natalidad más bajas del mundo (puesto 202 de 223 paises) tampoco tenemos muchos sitios donde llevar a los niños... bueno sí, bares, pues lo normal es que los parques estén saturados así que nadie se debería sorprender por la irresponsabilidad de aquellos que salieron a pasear en masa el domingo. Si un domingo normal está todo lleno... ¿que esperábamos un domingo con los bares cerrados y los columpios protegidos por una cinta de la policía?, solo ha faltado que la arrancasen y se pusieran a jugar a las cintas con ellas.

Yo personalmente pienso que los que sacaron la norma ya sabían lo que iba a pasar, de hecho ya han dicho que el día 1 de mayo se podrá salir a hacer deporte en solitario o a pasear con otros residentes de la misma minicasa.

El primer rumor decía que solo los del deporte... pero es que ya había gente comprando leggins XXL para salir a correr aunque no lo hubiera hecho en toda su vida. Si hasta los ciclistas, esos que se las dan de tan deportistas, no van a saber que hacer si les dejan salir a dar pedales sin tener como objetivo el almuerzo de turno. Yo los he visto salir con bicicleta, para acabar en el bar de abajo con otros ciclistas sin llegar a subir a la misma.

Creo que se temían que la gente saliera a pasear y charlar con los conocidos y que se pusieran a correr si aparecía la policía... igual se llenaban las urgencias de ataques del corazón y por eso ya dijeron que se podría salir para pasear aunque no hubieran bares.

Pero es que ya hay muchos que no dejan de preguntar "¿y que hay de lo mio?", si uno juega a fútbol, que cuando se podrá jugar, el que pesca para lo suyo y el putero también.... que son todo negocios que van mal si están cerrados. Ya, no creo que haya nadie a quien le vaya mejor con el cierre echado, ni los que blanquean la droga con negocios legales porque dificilmente podrán justificar ningún ingreso.

Pensando mal creo que están aprovechando que la cuarentena va a bajar el número de defunciones durante las próximas tres semanas. No nos olvidemos que los muertos de hoy, son los contagiados de hace casi un mes. Así que si se producen muertos por contagiarse estas dos semanas, lo harán dentro de más de un mes. Si a ello sumamos que es bastante probable que el calor baje un poco la incidencia del contagio, en realidad lo que ahora estamos provocando es que no bajen demasiado los muertos, pero que al final seguirán pareciendo menos.

Si se hubiera mantenido una cuarentena severa, el número de muertos bajaría mucho más, pero habría acabado repuntando porque tarde o temprano hay que dejar la cuarentena o morir de hambre. Supongamos que hubieran llegado a 10 muertos diarios, un repunte a 20 habría supuesto un aumento del 100%... inaceptable. Pero ahora nos mantendremos durante más tiempo con 100 o 200 muertos, el repunte se camuflará con la no bajada, pero estadísticamente no habrá aumento de defunciones aunque en números brutos, habrá mucha más gente llorando a sus muertos.

Ya dije, el problema de fondo es económico, y por eso están todos con la necesidad de abrir sus chiringuitos, y el gobierno, al que de todos modos le echaremos la culpa pase lo que pase, es un chiringuito más. Con el cierre echado tampoco hace negocio y ya se sabe, las crisis las carga el diablo.

jueves, abril 23, 2020

La curva relativa.

Hay curvas que no lo parecen, la Tierra es un ejemplo y hay gente que efectivamente se cree que es plana. Por eso no me extrañaba que los periodistas y con ellos millones de anuméricos (analfabetos matemáticos) se dejasen engañar con las gráficas que nos mostraban, y nos siguen mostrando, la evolución de la epidemia del COVID-19.

Los datos lineales, esos en los que los ejes muestran siempre la misma proporción se disparaban de tal manera que era difícil de digerir la magnitud de los contagiados primero y de los muertos después. Llegado a un punto eran tantos los primeros que no tenía sentido poner en la misma gráfica los contagiados y el número de fallecidos.

La velocidad a la que subían ambos números era tal que alguien pensó que lo mejor era mostrarlos en una escala logarítmica. La curva, pasase lo que pasase, no podía hacer otra cosa que aplanarse.

En el eje vertical, número de contagiados, o muertos, y en el horizontal: el periodo de tiempo que se prefiera, días, semanas, meses o años. La cuestión es que una escala logarítmica sirve para poder jugar con números grandes, pero grandes de verdad y a estos efectos la población de un país no lo es.

La diferencia entre el punto 1 y el cero, son diez fallecidos o contagiados, pero entre el 1 y el 2, ya son 90. El logaritmo de 1000 es tres y el de 10.000 millones, es 10 así que no hace falta subir mucho en la tabla para llegar a un punto en el que hayamos superado ampliamente la población del planeta cuando en el otro eje, esa misma distancia no refleja más de 10 días, semanas, meses o años.

La magnitud de la epidemia hace que hasta el 4 (10.000) afectados, en todas partes se vea claramente una recta que inevitablemente se tiene que aplanar, ojo, lo haría aunque no se tomase ninguna medida para aplanarla, lo haría aunque repartiéramos virus enlatado entre la población para que se contagiase antes ya que la población del planeta es de 7.700.000.000 personas, por lo que nunca se podría rebasar la linea del 10. Da igual que en lugar de años pusiéramos lustros, o siglos y esto es más evidente cuando nos muestran el número de contagiados o muertos diarios.

El número de contagiados diario nunca será superior al número de test realizados, así que en primera instancia siempre se encontrará con el techo de la capacidad de realizarlos. Después, si insistimos en los gráficos logarítmicos, en España vivimos 50.000.000 personas, así que el límite, estará, en el peor caso,  en algún lugar entre el 7 y el 8... suponiendo que nos contagiemos, o muramos todos. Curiosamente, la curva no parece tan distinta si se llega a un millón de contagiados, en el 6, y a fecha de hoy ya hemos superado con creces el 5. Vamos que del 5 al 8 solo van 3, y es la diferencia entre lo que ya hemos pasado y lo que pasaría si llegásemos al punto en el que no quedase ni uno sin contagiar.

Cuando en España se decretó el estado de alarma habían muerto unas 150 personas y el número de casos alcanzaba los 2000. Son muchas las voces que dijeron entonces, y aún lo siguen diciendo, que se tenía que haber reaccionado mucho antes. No digo que no, pero es curioso que sean esas mismas voces las que ahora solicitan que se relajen las medidas de confinamiento y cuarentena por lo que se va a dejar salir a los niños a pasear, entre otras medidas, cuando la cifra de muertos diarios todavía es de más de 400 y el de casos aun supera los 4000.

Esos 4000 significa entre otras cosas que aún hay muchos focos incontrolados en los que contraer el virus, y eso a pesar de la cuarentena. ¿Que pasará cuando esta se relaje?, ¿en que están pensando esos alcaldes que ofrecen sus pueblos para experimentar con relajar medidas para intentar recuperar la temporada turística?

Lo fían todo al calor del verano, como era como una gripe... ya. Pero no lo saben. Nadie lo sabe. Lo que sí parecen saber es que no muere más de un 10% y alguien ha decidido que se puede prescindir de esa gente porque la alternativa es una crisis que puede provocar más muertos o una pérdida económica equivalente. ¿Que valor se le da a cada vida?, pues cuando digan el dinero que han perdido aquellos que dicen que hay que volver a trabajar a costa de los muertos que sea, se podrá hacer la división pertinente para valorar el precio de una vida humana. Como valor de referencia se puede coger el que sale en una serie de TV (This is Us) donde en el primer episodio de la tercera temporada se menciona que se pagaban unos 1200 dolares por cada víctima colateral cuando se liquidaba un terrorista talibán.

Lo de aplanar la curva se mencionaba para no superar el umbral de la capacidad del sistema sanitario. Cuando muere gente que no puede acudir al hospital hay un sentimiento general de abandono. La enfermedad sigue sin tener cura, si aumentan los contagiados, seguirán incrementándose las defunciones, pero mientras se mantenga por debajo del umbral vamos bien. Quien sabe, igual en octubre vuelve a coger fuerza el virus y no hayan suficientes ayudas para quien no pueda ya comprar la comida o pagar la calefacción. Si la alternativa, como pasa en más de un lugar del planeta,  es la de ver como la gente asalta supermercados, farmacias y huertos, pues es fácil intuir el dilema ético en el que se encuentran los gobernantes de los distintos países.

Con suerte ya nos habremos acostumbrado a las cifras de muertos y ya no les daremos importancia como no se la damos al número de muertos por cáncer. En 2018 murieron en España solo de cáncer de bronquio y pulmón  22.153 personas. (Fuente INE), total, seguramente en 2020 morirán muchos menos de cáncer porque ya los habremos contabilizado como fallecidos por COVID.

Ahora bien, los número generales y asépticos están bien para las ruedas de prensa y los políticos, pero me imagino a aquel que dentro de pocos días saque a los niños a pasear, donde no podrán interactuar con otros niños ni subir a los columpios en el parque, y aún así, habrá quienes contraigan la enfermedad, la lleven a casa y se lleve a otro por delante, seguramente un familiar. Por mucho que sean números aceptables... me pregunto yo con que cuerpo se quedará si se da cuenta de que ese muerto lo ha provocado esa necesidad tan imperiosa de salir a la calle.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. De esta piedra aprenderemos mucho, pero pondremos en práctica muy poco. lo único bueno que parecía que íbamos a sacar de todo esto era un planeta más limpio y si hay algo que tengo claro es que cuando todo esto se relaje, es decir, cuando ya no importen los muertos aunque se sigan produciendo, se retomará la producción de contaminantes porque los que tienen el poder pensarán que si de todos modos nos vamos a morir, que sea haciéndoles más ricos a ellos.

domingo, abril 12, 2020

Crimenes de guerra.

Las leyes y usos de la guerra definen como crímenes de guerra el asesinato o malos tratos a prisioneros de guerra, civiles o náufragos. El fin no justifica los medios, pero son muchos los que efectivamente creen que sí lo hace. Es el tiempo el que acaba juzgando los hechos aunque hay una clara tendencia a que sean los vencedores los que acaban juzgando los crímenes cometidos por el bando perdedor.

Los convenios de Ginebra no permiten esas frases tan peliculeras como "sin tregua" o "no se hacen prisioneros"; pero desde el punto de vista de una operación militar, el hecho de hacer prisioneros puede comprometer los efectivos que se precisan para lograr la victoria.

En  guerras en las que la presencia de demasiados civiles afines al enemigo y que duran años y años, puede que haya quien considere que eliminar a todos los hombres y los niños sea un buen método para reducir los combatientes a los que enfrentarse en el futuro.

En Srebrenica los cascos azules holandeses no llegaron a pegar un solo tiro para proteger a los civiles que se habían puesto bajo su amparo para evitar la masacre que acabaron sufriendo. Debe ser algo innato de los holandeses, que ahora solo parecen ver en la progresión del COVID-19 una oportunidad para hacer negocios negando la máxima de ayudar donde más falta pueda hacer, (ya hablaré de estos en otra ocasión si me acuerdo).

En cualquier caso desde la perspectiva civilizada actual no está bien visto ni considerado dejar que se ahogue nadie en el mar, matar a los prisioneros para ahorrar recursos o diezmar una población para reducir costes y problemas futuros.

El día 5 de abril recibí la desgraciada noticia de que el COVID19 se había cobrado la vida de un familiar muy querido. La consigna de la guerra en aquel momento era la de sacrificar a los mayores de 80 años. La terminología bélica está en todos los comunicados relacionados con el virus, así que esa es la traducción que hay que dar a la decisión que habían tomado de mantener en las residencias a los mayores de 80 años, presentasen los síntomas que presentasen.

En el pasado, Elisa había sido capaz de curarse de un cáncer, también había sobrevivido a una sepsis que la había llevado a un hospital al que derivaban a los terminales que creían que no iban a poder superar la enfermedad pero a los que trataban de todos modos. Si en ambas ocasiones la hubieran mantenido en casa o en la residencia no habría podido sobrevivir. No quiero decir con ello que ahora hubiera tenido más fortuna de haber sido ingresada, solo señalo que no hacerlo la ha condenado a su final fatal como a tantos y tantos ancianos que han fallecido en las residencias o en sus casas por coronavirus, con sospecha del mismo o de cualquier otra enfermedad porque  por su edad no eran trasladados a los centros sanitarios.

El mismo día remarcaban en las noticias que las UCIs habían reducido su presión asistencial, cosa que me recuerda lo de matar a los prisioneros para no usar recursos en vigilarlos.

No es que haya ido al hospital y hayan decidido meter a otro en la UCI, es que no han llegado a llevarla al hospital. Tienen camas libres para atender a potenciales enfermos... siempre que sean más jóvenes. Es como si en un barco que recoge náufragos se tomase la decisión de no rescatarlos a todos porque pueden encontrarse otro naufragio y que el criterio para seleccionarlos del agua se basase en las probabilidades de supervivencia del naufrago, en ese caso... no asistir embarazadas, niños y mayores.

Ahora, la justicia ha instado a la Comunidad de Madrid a que no se discrimine la atención médica por edad, supongo que la misma decisión se aplicará también en las demás comunidades, aunque tarde para muchos, demasiados mayores de 80 que después de haber sobrevivido a una guerra siendo bebes o niños, han vuelto a sobrevivir a una posguerra y se han encontrado con que su único tratamiento contra una enfermedad que inunda los pulmones ha resultado ser un paracetamol y un poco de oxígeno lejos del apoyo o el consuelo de la familia.

Decía en un artículo anterior que se había degradado la ética. Lo que hemos perdido es la humanidad y encima nos engañamos pensando que no es cierto. Aplaudimos por las ventanas para creernos que somos solidarios, y desde la televisión pretenden emocionarnos sacando a mayores de 80 que salen del hospital después de haber sufrido la parte más dura de la enfermedad. Gente de 90 e incluso 100 años que tuvo la fortuna de entrar en el hospital cuando todavía no se había optado por matar a los prisioneros y que demuestran que sí, que tenían menos posibilidades de supervivencia, pero que gracias a que sí tuvieron la oportunidad de ser tratados, pudieron agarrarse a las posibilidades que les mantuvieron con vida.

Las guerras acaban terminando, me pregunto si habrá alguien que después de ésta revise lo que ha ocurrido y acabe juzgando la decisión de sacrificar a los mayores como lo que es. Un crimen de lesa humanidad.

sábado, abril 04, 2020

Ética de pandemia.

Según las circunstancias y el tiempo que nos toca vivir, la ética y la moral evolucionan o involucionan pero en todo caso cambian. Todos hemos visto la película Titanic, la ética de nuestra sociedad ha ido cambiando con el tiempo pero no es tan distinta de aquella y en todo caso su realización se adaptó a la ética del momento en el que se hizo la película que es mucho más cercano que el momento histórico que describe.

Las clases sociales que allí se describen siguen existiendo de una forma parecida aunque la alta es ahora menos visible o al menos parece pretender pasar desapercibida. Entonces todos, los pobres y los ricos, viajaban en el mismo gran barco para desplazarse entre continentes. Los que hacían el viaje por negocios o placer junto a los que lo hacían buscando una oportunidad de trabajo. En aquel entonces no había pateras que llegasen a América por lo que el rico viajaba con el de la patera en el mismo medio de transporte. La naviera se encargaba de que los unos y los otros no ocupasen el mismo espacio así que aunque no había botes para todos, la clase alta casi los tenía garantizados.

Sin embargo, a pesar de que se cerraron las salidas de las clases bajas mientras se llenaban los botes de ricos; quien sabe si por fuerza o por ética, o una licencia de la película, una parte de los pobres llegaron a cubierta de todos modos por lo que hubo una gran competencia para ocupar los últimos botes. Se puede decir que al principio primó la ética de naufragios. El clásico, las mujeres y los niños primero y el capitán es el último en abandonar el barco. Ciertamente, el capitán no abandonó el barco y la mayoría de los botes se ocuparon con mujeres y niños... y como no, algún que otro, sobre todo rico, que demostraba que la ética resulta flexible cuando la vida propia está en juego. Estos últimos actuaron de forma que según la ética general de la época habrían hecho algo reprobable y por tanto mal visto. En la película se muestra también que aunque la mayoría de los botes no estaban completos, solo uno volvió, tarde, para buscar supervivientes. Algo que la película muestra como falto de nuestra ética actual pero que entonces no les debió parecer tan reprobable pues no me consta que nadie les echase en cara dejar morir al resto.

En todas las guerras se aplica una ética similar de protección al débil. Al margen de la distinción de clases también se introduce el matiz de que al débil del enemigo también se le protege, claro que algo menos. Así que siempre un grupo importante y mayoritario que, considerando su propio bando, decide que hay que proteger a los más débiles por encima de otras consideraciones protegiendo su retirada o arriesgándose frente al enemigo para proteger al resto.

No pensemos que esta ética de proteger al débil es una reacción exclusivamente humana. En los documentales vemos como la manada protege a los más débiles del depredador y creo que alguna vez he comentado que la manada, cuando huye, lo hace a la velocidad del más débil. Por lo general éste no deja de ser el individuo que resulta ser cazado pero también es cierto que por ejemplo los búfalos de la manada acaban dando la vuelta para enfrentarse a los leones que lo cazan y veces hasta lo liberan.

España es un país líder en trasplantes de órganos. Lo es porque el donante es universal, todos lo somos al morir salvo que hayamos dejado escrito que no lo queremos ser. Como hay muchos donantes, la medicina no se enfrenta a las  familias que se oponen pero aún así, superamos a todos los países del mundo en trasplantes de órganos. No hay un requisito social para recibir un órgano, por lo que las clases altas no tienen preferencia (al menos conocida). A partir de cierta edad no se realizan trasplantes porque la esperanza de vida del trasplantado no se incrementa con el trasplante y su calidad de vida sí resulta francamente afectada a peor durante una larga temporada. Al margen de ello, la ética actual hace que el criterio de trasplante ponga por delante en la lista de espera a los pacientes en peor estado. Los más débiles... por seguir con la misma terminología. Es habitual que una persona con un problema de hígado, acabe estropeando otros órganos por lo que el que peor está, puede necesitar dos o más trasplantes de distintos órganos. Que haya más donaciones no significa que sobren donantes, por lo que son muchos los que acaban muriendo sin recibir su trasplante. Uno podría pensar que si en lugar de dar tres órganos a uno, se dieran a tres personas distintas, las probabilidades de éxito serían superiores, pero la ética protege al más débil. Se confía en que el siguiente de la lista, por estar en mejor estado, aguante en vida hasta recibir su corazón, pulmón, riñón, hígado o la víscera de que se trate. Efectuar el trasplante en alguien menos débil se considera contrario a la ética, y perder la ética en ello podría llevar a perderla en otros aspectos al favorecer a unos mas fuertes frente a otros más débiles. Igual es algo pragmático, si la gente supiera que se hacen favoritismos... igual aumentaba el número de gente que se declaraba en contra de ser donante.

Pero la ética cambia. Ya vimos hace unos pocos años como un capitán abandonaba un crucero de Costa Crucero que se hundía por incompetencia. No eran todos ricos, pero no había ningún pobre. Ni mujeres, ni niños, ni leches... que como ahora somos todos iguales. Sálvese quien pueda. La nueva ética. Aunque niños habrían pocos, los débiles eran esas personas mayores que habían decidido pagarse un crucero en la jubilación. Su suerte, que estaban al lado de la costa, en medio del mar habría convertido al Titanic en un ejemplo de solidaridad.

Por lo que ya se veía venir. Con el covid-19 no tenemos la ética reprobable del Titanic, ni la de los trasplantes, ni la de guerra, sino mas bien la del Costa Concordia. Así que entre los primeros ingresados sí había mayores de 80. Lo sabemos porque son algunos de estos los que salen ahora en la televisión donde no se para de mencionar que se trata de centenarios que salen del hospital después de superar la enfermedad. Ello demuestra que sí, que también pueden curarse, y no hay dudas de que son los más débiles, los que tienen menos probabilidades de sobrevivir si no se les trata.

Pero la ética es nueva, y ante la falta de medios, se ha optado por no tratar a los mayores. Ya no se les ingresa, se les deja en las residencias en las que mueren y después nos llevamos las manos a la cabeza por las montañas de féretros en pistas de hielo o aparcamientos. Se prefiere atender a gente con más probabilidad de supervivencia. Menos mal que los niños no están resultando especialmente afectados, ¿los dejaríamos morir en casa porque tienen menos probabilidades de supervivencia?, la ética no está tan estropeada, o es algo peor. Porque el panorama que sigue al actual es el de una crisis sin precedentes, cuantos más jubilados mueran, menos pensiones hay que pagar. Espero que no sea por esto último, pero tengo claro que efectivamente, la ética evoluciona, y de lo que no tengo ninguna duda es de que no está evolucionando a mejor.