lunes, abril 01, 2019

El camino a Roma.

Todos los caminos llegan a Roma, pero por el Vaticano no parece pasar ninguno. He de reconocer que el Papa Francisco es el que mejor me cae de cuantos he visto. No creo que tenga nada que ver que hable español o que venga de una tierra tan querida como la Argentina, por lo general no me siento nada cercano a todo lo que respire a religión, iglesia, sotana o burka, pero sí, Francisco como persona parece todo lo próximo a la gente que no me han parecido sus predecesores, ni tan siquiera el afamado Juan Pablo II.

Claro que todo puede resultar fachada, por eso digo de los que he visto, porque conocer, lo que se dice conocer no lo conozco.

Solo he visto fragmentos de la entrevista que le hizo Ébole, y después ha salido en la tele diciendo que lloró después de ver las concertinas. En San Pedro se puede subir hasta la cúpula, no se si lo ha hecho, supongo que sí,  una vez allí resulta complicado hacer fotos al interior de la basílica porque hay una valla de metal que lo impide.


La han puesto para que nadie se caiga, o se tire por la barandilla de la cúpula. Tiene una altura considerable, si alguien entrase con los ganchos con los que los pobres parias escalan la valla de Ceuta y Melilla podrían llegar hasta arriba y saltar porque ninguna concertina se lo impide. La cosa es que esa valla está para que nadie la suba, si alguien se precipitase por encima de la misma lo habría hecho a pesar de los medios que se ponen para evitarlo.

Nadie se corta con las concertinas por accidente, la intención de estas es la misma que la de la valla que rodea la cúpula, el muro que rodea todo el vaticano o los guardias que hay apostados en sus puertas. Impedir la entrada no regulada dentro del país. En la basílica se puede entrar, bueno, salvo que lleves bermudas a 40 grados o se puedan ver los hombros a las mujeres. Con Nicab, musulmán o cristiano sí se puede entrar, pero nadie se puede quedar salvo que cuente con la autorización pertinente. ¿Que haría Francisco si uno, cien, mil o diezmil emigrantes se plantasen en el interior del Vaticano pidiendo que les dieran de comer y negandose a salir? ¿Les permitiría hacer top manta en la plaza?, ¿porqué en aquel lugar tan turístico no hay un centenar de nigerianos vendiendo las mismas estampitas que se encuentran en el museo vaticano?, no sería justo para los pobres vendedores que pagan sus impuestos vaticanos, ¿no? pues ahí estamos. Las picas de los guardas suizos no son de plástico ni sus pistolas de mentiras y aunque sus cascos sean de pega, a otro con ese cuento porque en el Vaticano, no se puede entrar, solo en la Basílica y en el museo, el resto del país será pequeño pero sus muros no permiten el acceso a ningún visitante que se cuele por sus muros.

Supongo que entonces estará con la opción que propone VOX de construir un muro como Trump, o mejor, uno al estilo Israel con Palestina, si el muro es lo suficientemente alto no necesita concertinas, ya se matan al caer desde arriba si consiguen subir y no les pegan un tiro cuando llegan arriba. Lo digo por las grandes paredes con las que se protege el Vaticano precisamente de que eso ocurra, la verdad es que tengo curiosidad por saber si por encima de las mismas hay concertinas, cristales u otros elementos disuasorios.

El problema de la emigración es un problema mundial que ciertamente ha sido responsabilidad de esta parte del mundo en un porcentaje bastante elevado. La falta de lluvia ha hecho también una parte y hasta en eso hay una parte  de responsabilidad en el mundo "civilizado" y su destrozo sistemático del planeta. Pero ninguno de esos que levanta la voz hace realmente nada por mejorar la vida de esa gente en sus países de origen.

Si hay que hacer campos de refugiados para la gente que escapa de las guerras, se hacen, pero ni hace falta esperarlos al otro lado de una concertina ni es preciso que crucen un mar para tener derecho a sobrevivir en uno de ellos mientras se soluciona el conflicto que les ha sacado de sus casas. Si lo que buscan es trabajo, se les ofrece si existe, pero si no hay no se puede pretender que vivan sin hacer nada. ¿No sería mejor que pudieran vivir así en sus países de origen?

El problema estriba en que las empresas que se afincan en esos países lo hacen porque la mano de obra es barata o casi gratis. No se puede depender de las empresas para que saquen a esos países de su pobreza porque lo que en realidad hacen es aprovecharse de la misma para obtener más beneficios.

Nadie escoge nacer en el lugar en el que lo hace, sería bonito un mundo en el que todos pudieran vivir donde eligieran, la población mundial se distribuiría automáticamente, y ningún sitio tendría demasiada gente pues siempre podrían moverse a otro en el que cupieran mejor. Si no hubiera diferencias económicas entre países no habría ninguna razón económica para moverse, pero los países ricos fomentan la diferencia para poder producir barato en un lugar y vender caro en el otro.

Pero tengo claro que el mensaje de las concertinas es un panfletillo populista, éstas están a muchos metros de altura para evitar que de alguna forma invadan el territorio sin concierto. Las concertinas no son el problema, el problema es otro, pero si consideramos que el problema es el inconveniente que ofrecen las concertinas para entrar, deberemos ir pensando en poner pasarelas al mar pues son muchos más los que mueren ahí.




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