lunes, abril 08, 2019

Conspirando con el Brexit.

Faltan 4 días para que los ingleses vuelvan a llegar tarde, ya hablé de la ausencia de puntualidad que ahora parece ser su nuevo signo de identidad aquí, pero a riesgo de sufrir un tirón en el dedo meñique he decidido pensar desde el punto de vista ingles, no el ingles engañado que pone su voto, sino del inglés que convence al primero para que vote lo que éste último ve mejor para sus intereses propios.

Cameron tuvo sus razones para convocar el referendum, no es el primero que se convoca y es posible que creyera que fuera a ganar la permanencia a pesar de que sabía que existiera un alto porcentaje de brexiters. Aquello podía servir para presionar a Europa pidiendo más a cambio de menos, lo que pidieran es lo de menos. Todos los populismos juegan al "otronosroba" para justificar incompetencias propias. De hecho es la base de la economía actual, todos quieren vender más de lo suyo y comprar menos de los demás. Algo que entra claramente en contra de aquella norma básica de convivencia que dice que no hay que desear para sí, lo que no se desee para los demás. (parecida a aquella otra que la complementa indicando que no hay que desear para los demás lo que no se desee para uno mismo). Es curioso que estas reglas de convivencia no figuran en los mandamientos de ninguna religión.

Al margen de sus razones, lo cierto es que al final le salió rana, o no. No lo sabemos, hablar de lo que hubieran votado los que no lo hicieron es un consuelo de tontos. Los que se quedaron en casa lo hicieron sabiendo que su voto no iba a contar, pero con los del "no" que no votaron, también dejaron de hacerlo otros  de los del "sí" Especular sobre cuantos hay de cada tipo es hacer un Cameron sobre las expectativas de voto. La labor del político en elecciones consiste en hacer que los que no le voten a él, no voten a nadie más  y ambos votos, el que se recibe y el que no se da al contrario cuentan por igual.

En cualquier caso ahora tienen claro que hay brexit, e incluso han votado para decir que no se volverá a convocar un referendum al respecto. Cosas del populismo... una vez se consigue dar un paso se defiende de que otros empleen su propia estrategia, razón por la cual lo más sensato suele ser no realizar referendums del tipo cántaro a la fuente, que son aquellos que se repiten tantas veces como haga falta para conseguir el objetivo propuesto, pues una vez logrado se considera irreversible.

Por lo tanto ahora no vemos más que analistas y demás comentaristas hablando de lo que se puede ganar y perder en cada lado del divorcio. La tendencia es esa, la de hablar como si se tratase de un matrimonio que no fue bien, pero a mi modo de ver se equivocan todos. En un matrimonio se habla de un capital común que se reparte y lo que ganen las partes a partir de entonces no tiene relación con el reparto. La diferencia en este caso es que no solo se reparte el capital presente, también está el capital futuro en juego y el que se situe mejor de cara al futuro, también acabará ganando más. Aquí, que al otro le vaya mal, es una variable que cuenta de cara al futuro, sobre todo desde la perspectiva de Inglaterra.

¿Cual sería el mejor escenario para los ingleses?, pues que el brexit se convirtiera en un euroxit, es decir, la desintegración de la unión. Ahora mismo son la 4ª potencia de la unión, si se deshace todo, seguirán siendo al menos los cuartos, pero siendo los primeros en salir, serán los primeros en recuperarse de la salida. Así que no me extraña que no hagan más que poner trabas para que sea la Unión Europea la que se resienta más, la que se someta a otros nacionalismos que provoquen su ruptura sin acuerdo. No les importa tanto perder en el brexit como asegurarse de que Europa pierda mucho más con ello porque seguramente, para muchos lores otros oportunistas de la especulación de la city, esa sea la oportunidad para recuperar el imperio que sin duda perdieron hace ya bastante tiempo.

Así que lo que nos esperan son prórrogas, problemas y zancadillas con el único objetivo de que sean muchos los que acaben separandose gracias al virus del nacionalismo que no sabemos cuando se plantó, pero que sin duda ahora crece con fuerza para enfermar lo que todos cometimos el error en dar por sentado.

A veces es bueno ver documentales sobre el pasado, siempre hay partes interesadas en repetir lo peor del mismo porque aquellos que toman posiciones previas, acaban haciéndose más fuertes gracias a la desgracia de todos los demás. Todas las guerras generan millonarios que se aprovechan de los millones de personas que se dejan llevar por promesas vacías que solo llevan a estómagos vacíos y familias rotas. Por desgracia esas promesas, esos gritos y lemas solo llevan a la ceguera, y en ausencia de luz, las promesas se convierten en lo único que existe. Entonces llega el olvido, y nadie recuerda como era todo antes de asimilar la mentira, nadie recuerda que a pesar de todo, puede que antes de romper el cántaro no se viviera en el mejor de los mundos posibles, pero sí en uno mejor que el que quedó para vivir.

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