lunes, enero 31, 2011

Feliz cumpleaños.

Este fin de semana hemos celebramos el cumpleaños de la pequeña de la casa. Aquí, los cumpleaños se celebran con toda la clase, se monta un barullo impresionante y el homenajeado queda al margen entre tanto bullicio. Mi hija se parece un poco al padre (poner aquí foto con babilla lateral) y de motu propio decidió que no quería invitar a toda la clase, que solo quería invitar a sus amigas de verdad. Así que lo de alquilar un sitio, además de caro, se me antojaba inutil con lo que lo hicimos en casa. Busqué en internet todos los juegos que se podían hacer y creo que no nos dejamos ni uno... piñata incluida. El resultado ha sido que las pocas niñas que vinieron se fueron contentas diciendoles a sus padres, cuando las recogían que había sido el mejor cumpleaños al que habían ido. Yo acabé agotado de bailar y hacer el ganso... cosa que parece que se me da bastante bien.

Aún así, está triste porque el gato que habíamos adoptado ha desaparecido, fué el unico invitado que no ha aparecido. Hace ya una semana que no me saluda todas las mañanas mientras desayuno. No nos atrevemos a aventurar ninguna hipótesis porque no serían demasiado buenas, pero mi hija, con los 8 años que cumple en el preciso instante de publicar este post, volvió a mostrar la vena cínica paterna y sí que aventuró una. Dijo que seguramente la habían atrapado como a los dálmatas, pero que nadie la había rescatado así que ahora sería una bufanda o un gorro porque tenía una piel muy bonita...

Lo malo... es que pensandolo bien, en esta tierra... no es una opción tan descabellada.

En fin, no se cantan en España pero a mi me gustan más que el tradicional cumpleaños feliz que se canta igual en todas partes...



Cuando yo era niño, Fofó y los payasos del circo crearon otra canción, que es la que cantamos toda una generación...

3 comentarios:

Anabel dijo...

Muchísimas felicidades a la princesa más pequeña de la casa!

El gato...bueno, ahora están en celo...así que tal vez vuelve cuándo menos lo esperáis...el mío estaba escapao semanas y luego volvía...suerte!

Outsider dijo...

Era gata, y no podía tener celos pues estaba castrada. Era un autentico gato casero con libertad. Cuando nos ibamos de vacaciones se quedaba en los alrededores y los vecinos le daban de comer hasta que cuando volviamos venía corriendo a recibirnos. Se distinguía fácilmente de los demás gatos callejeros en que no se juntaba demasiado con ellos y en el perímetro de su cintura... bien alimentado, demasiado, quizás.

Titajú dijo...

Feliz cumpleaños a la nena, y de gatos no hablo que yo soy de perros.