miércoles, enero 05, 2011

Ilusiones

El año pasado se me ha antojado como un año en balde. Un año sin pena ni gloria que recordar por montañas de basura, pasta, pizza y un nuevo idioma que apuntar en la lista de conocimientos de escasa utilidad. No es que piense que aprender italiano no sea útil, lo es, y me sirve para comunicarme en un país que parece menos hostil si eres capaz de comunicarte. Pero cada vez tengo más claro que esta no será más que una parada más en mi peculiar viaje por el planeta y que difícilmente podré utilizar dicho conocimiento en el futuro. De hecho los conocimientos de alemán que tanto me costaron adquirir, ahora parecen difuminarse en el pasado como un sueño en el que hablo de un modo que no entiendo ni yo mismo. Alguno podría decir que fue el año en el que España ganó un mundial, pero salvo por la camiseta que compré en los chinos (lo del rojo de la camiseta se les tenía que dar mejor a ellos) y las cervezas que bebí con la escusa de apoyar a la selección (seguramente me las habría bebido de todos modos) este será más un recuerdo que mis hijas contarán a sus nietos de lo que una vez pasó como aquel gol de Marcelino vete a saber cuándo del que tanto hablaba mi abuelo.
Este año que entra no promete ser mejor que el anterior, de hecho había comprado un e-book por internet que no llegó durante el anterior y que en este ya me han confirmado mis sospechas de que Papa Noel sí debe existir para alguien que no pagará por tener ese mismo regalo. Así que he decidido buscarme otro hobby ya que lo de la moto lo voy a dejar para cuando no me pongan cara de malos amigos por insinuar que voy a comprarme una… o para cuando las ranas críen pelo, que igual llega antes.
Como fuera que lo de los hobbies habituales se me dan mal, me voy a convertir en buscador de ilusiones perdidas. Por lo que llevo de vida me he dado cuenta de que el mundo debe estar plagado de ellas. Mire hacia donde mire me doy cuenta de que es raro aquel que no asegura haber perdido la ilusión, muchos incluso aseguran que se la han robado, pero aún en este caso no conozco a nadie que haya hecho uso de una ilusión robada. Se pueden robar, pero el ladrón las desecha. Aquel que le quita la ilusión a un niño no la convierte en propia, la abandona. En realidad no se debería hablar de robo, sino de hurto, las ilusiones que se pierden son aquellas que se han descuidado, aquellas a las que no se le ha prestado ninguna atención y han quedado abandonadas hasta que alguien las ha hurtado. Decimos que las han robado porque no sabemos que fue de ellas, pensábamos que estaban ahí hasta que un buen día nos percatamos de que hace tiempo que no las vemos.
Pues esas ilusiones son las que pretendo buscar y coleccionar, aunque lo que no tengo claro es lo que haré con las ilusiones que me encuentre. ¿Cómo se almacenan las ilusiones?, o lo que me parece más complicado, ¿Cómo se enseña una colección así?, lo más probable es que alguno acabe reconociendo sus propias ilusiones en la colección, ¿las reclamarán como propias? Las ilusiones ajenas no son más que meros espejismos dentro de las propias, de ahí que nadie haya sido capaz de utilizar una ilusión robada. En cualquier caso, es un hobby que inicio sin ninguna ilusión, quizás por eso lo hago… lo más habitual es buscar aquello de lo que se carece e ignorar lo que ya hemos conseguido hasta que lo perdemos y vuelta a empezar. Lo cierto es que no se cuando perdí la ilusión ni si tan siquiera llegué a tenerla en ninguna ocasión. No se a que forma tiene ni a que se parece y por ello, buscando ilusiones perdidas, no pierdo la ilusión de encontrar la mía propia entre las que encuentre.

Y buscando ilusiones, encontré estas, no tienen nada que ver, pero también entretienen que como siempre, es lo que cuenta.

3 comentarios:

Titajú dijo...

Pues las mías no las encontrarás. Puede que encuentres muchas cosas mías perdidas por ahí, pero no la ilusión.
Y me voy a la Cabalgata, y como todos los años, lloraré al ver a los Reyes.
Me sigue emocionando.

Titajú dijo...

Estooo, el próximo año, ¿te guardo langostinos?

Outsider dijo...

Este año solo los he tomado cocidos y los he hecho yo, aun no me quedan como a mi me gustaría, alguno parece que se resiste al calor y queda poco hecho y para mi gusto les acaba faltando siempre sal, no se si es el tipo de langostinos que usamos o el tipo que los cocina... me inclino por lo segundo.

Hoy hemos tenido algun problema doméstico pero ver la cara de mi hija cuando ha visto que entre los regalos aparecía uno que supuestamente estaba agotado para cuando lo pidió ha compensado todos los problemas.