Todos somos anónimos. No hace falta ser un hacker informático ni atacar una web para saber ser anónimo. Somos ladrillo en el muro, pero somos ladrillos con pensamiento, sentimiento y movimiento. Es esta capacidad de movernos la que nos permite decidir si este muro sigue en pie o no. Somos los ladrillos que forman la sociedad y si no nos gusta, siempre la podemos cambiar.
No te conformes. Dile al mundo que existes, muestra a la economía, ese ente que pretende controlar el mundo que hay muchos más anónimos que ladrones y marca los billetes que manejes con esa simple frase. "Soy anónimo" y los bancos sabrán que no eres un simple ladrillo, que eres un ladrillo anónimo y que siempre puedes colaborar para desmontar los muros de la injusticia.
La libertad y la razón han estado siempre amenazadas, en muchos sitios están amordazadas, es hora de demostrar que no están muertas.
Anonymous se vengó por la muerte del universitario que murió a lo bonzo en Tunez... el presidente del país se ha exiliado. Como siempre hay un lado oscuro y en realidad toda la revuelta tiene el color de un golpe de estado con lo que habrá que ver que es lo que viene ahora, espero que no haga bueno lo anterior... pero es difícil porque, malo, lo que se dice malo de malo de verdad... lo era un rato.
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