En Alemania la sanidad la atan con longanizas.

Estoy intentando organizar las fotos que tengo repartidas entre los distintos ordenadores y me he encontrado estas curiosidades.

Recuerdo que estábamos en el salón de casa y de repente empezó a sonar un ruido impresionante al tiempo que veíamos por la ventana de la cocina moverse todas las plantas. La bilbaina, por un recuerdo que ya contaré otra vez de EEUU, creyó que era un tornado, yo dudaba entre coger la cámara para cazarlo o simplemente salir a ver que pasaba. Lo curioso es que por la ventana del salón no veíamos que se moviera nada así que deduje que era un helicoptero... y así era, lo que no me imaginaba era que iba a aterrizar delante de la casa en la que entonces viviamos.

La foto está hecha desde la ventana del piso de arriba y esas rosas eran las que se movían como si se fueran a salir volando, evidentemente se volvieron a mover al despegar, yo temía por mi coche...

Cuando el helicoptero se puso a salir me entró una duda razonable y decidí no grabarlo desde arriba, habría sido más espectacular, pero ya hace tiempo que se que mi valentía es por necesidad o inconsciencia... y entonces no era demasiado necesario y recordando lo chungo que lo tuvo Rajoy saliendo de una plaza de toros, opté por grabarlo desde abajo, que si hubiera tenido problemas me habría pillado igual, pero la inconsciencia no la había eliminado.

El hospital más cercano está a cinco minutos andando... así que lo único que pude concluir era que la señora a la que evacuaron tenía un seguro muy completo y me acordé de que todavía hay quien cree que en Alemania atan a los perros con longanizas, a los perros no se... pero a los pacientes parece que sí.

En otros sitios tienes suerte si dejan pasar a la ambulancia. En Nápoles se aprovecha el paso de la ambulancia para ponerse todos detrás y adelantar al resto... y luego nos extraña que nos invadan a golpe de patera.