Después de ir dando vueltas de unas noticias a otras, me he dado cuenta de que da la sensación de que todas las medidas que se van tomando tanto para salir de la crisis como para ahorrar energía o reducir la contaminación, parecen sacadas del blog de turno. Los asesores parecen estar utilizando la wiki para realizar todas sus consultas sin darse cuenta de que internet es tan buena fuente para encontrar solucciones como pudiera serlo el mercadillo de los domingos mientras nos tomamos unas rabas con un corto de cerveza.
El problema afecta también a la oposición pero es el gobierno quien tiene la responsabilidad de aplicar solo aquellas medidas que se hayan estudiado apropiadamente y no solo aquellas del contertulio de los domingos que parezca saber más.
Así que me subo al carro del corrillo del mercado y con un cigarrillo virtual y una cerveza en la mano me atrevo, como tantos, a proponer medidas para aumentar la confusión política y el cabreo público.
Un error general que se comete al intentar imponer medidas, es que se olvida la peculiar forma de financiación de las diversas administraciones con lo que resulta dificil por no decir imposible, grabar en un lado para poder ahorrar más en el otro. Basta con ver la respuesta a lo único sensato que habían propuesto para aumentar el uso del transporte público. La única medida que contaba con apoyo popular, aunque no demasiado porque se traducía en muy poco ahorro, era la de reducir el precio del transporte publico. Rápidamente saltaron las dos comunidades más afectadas diciendo que como si lo querían poner gratis pero que el Estado pagase por el precio del billete. Es decir... que todos los españoles, incluidos sus usuarios, paguen por el metro de Madrid o Barcelona.
Efectivamente, la medida, por un lado no se iba a notar en el precio del billete de forma que animase a usar el transporte público y por otro iba a reducir los ingresos en las arcas municipales que como díría el alcalde... como para prestar dinero estamos.
Así que la medida no puede partir del gobierno central, debe partir desde el autonómico y el municipal. Lo que se pretende lograr es aumentar el uso del transporte público habitual, no el circunstancial. Aquel que no tiene intención de utilizar el transporte público de forma regular no debería beneficiarse de una reducción general de la tarifa por lo que los billetes individuales podrían subir de precio a 4 euros. Los bonos, en lugar de consistir en 10 viajes, deberían servir para todos los viajes realizados en un periodo de tiempo para evitar su compra solo por evitar el coste del billete individual e incitar con ello al consumo del transporte público, por ejemplo 15 euros 1 semana, y 20 euros dos semanas. El mayor ahorro se debería producir al adquirir un bono mensual que no costase más de 30€ o tanto como pudiera reducirse para hacerlo interesante como para efectivamente querer utilizarlo en lugar de cualquier otro medio de transporte. Los visitantes ocasionales de las ciudades afectadas tendrían tendencia a adquirir el bono aunque no tuvieran intención de hacer más que tres usos por lo que la tendencia sería la de intentar agotar el uso de los bonos incitando a un mayor uso del medio de transporte.
Se acabaría lo de comprar bonos a medias ya que cada bono sería personal por lo que se traduciría en no tanta perdida de ingresos. La financiación de los bonos podría completarse con un incremento del impuesto de circulación por categorías en función de cilindrada, potencia y emisiones. Estos impuestos son locales, por lo que aquellos usuarios que se ven afectados por el incremento de los impuestos de circulación, coinciden con los que tienen mayor probabilidad de obtener y utilizar el bono mensual. De hecho se podría establecer un impuesto asociado al de circulacion desgrabable de la compra del bono de transporte público. Por un lado se incentiva el transporte pero no se ataca la industria del automóvil ya que aquellos coches más interesantes y caros incitarían a sus conductores a utilizar más el transporte público sin renunciar a tener dicho coche.
2 comentarios:
TE pongo el ejemplo de mi marido. Para llegar a la Universidad tiene que hacer transbordo y mojarse fijo porque aquí siempre llueve. Y, evidentemente, pasa de todo y va en coche.
El otro día hablaba con la concejal (me niego a eso de concejala) de transportes, a la que conozco y de vez en cuando nos vamos de cena, y me echaba la bronca porque yo no soy usuaria de autobús, que hay que coger el transporte público.
¡Señorrrrrr! ¡Si es que yo siempre voy andando! ¿No será mejor ir a pata que en transporte, público o no?
Y si te hablo de mi barrio, que es un barrio pequeño y que tiene TRES colegios, y que hay gente que lleva a los nenes en coche,cuando andando no tardas ni seis minutos, mejor lo dejamos.
La gente depende demasiado del coche, del móvil, de todo el general. No sabemos hacer nada por nosotros mismos. Somos hasta incapaces de quedar como antes "a las siete en la esquina de Zara". Nooo, "te llamo para ver dónde andas, ¿vale? "
Hace ya tantos años que ni me acuerdo, que en Castellón, los autobuses eran gratuitos para los locales. Yo entonces iba a la Uni y también eran gratuitos para los universitarios aunque no fueramos de Castellón. Entonces no se hablaba de la contaminación, el problema era sobre todo de aparcamiento, pero que pena que no se extendiera la medida.
De todos modos Titajú, estoy contigo, lo realmente ecológico es ir andando. En Madrid tengo una tía que nos hizo un recorrido turístico andando y la verdad es que las distancias no son tan grandes como las pintan. En León ibamos andando al centro desde Trobajo, era una media hora andando que no solo era ecológico, sino saludable.
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