Hoy han dado la noticia, aquí en Información, de que han suspendido la condena de una madre que le pegó fuego al violador de su hija durante un permiso carcelario.
Ya se que la ley del Talión no arregla nada, que en un estado de derecho debemos confiar en la justicia para condenar a los culpables de cualquier delito y de que no hemos de alentar la venganza una vez la justicia se ha pronunciado y que ante otro acto igualmente execrable como un asesinato realizado con premeditación ya que tuvo que rellenar una botella de gasolina para realizarlo, deberíamos contar con que la justicia no lo dejase sin castigo al margen de los atenuantes que se le pudieran aplicar...
Pero debo ser una mala persona, no se si me alegro porque le hallan suspendido la condena... pero una cosa sí tengo clara.
Si alguien le hiciese nada parecido a mis hijas, haría lo mismo.
6 comentarios:
Nada hombre nada...el pobre tonto se quedó dormido con un cigarro en la boca...de ahí el fuego. Y punto.
Premeditación, premeditación... También se necesita premeditación para violar a alguien, ¿no?
Yo pongo la gasolina, ¿hace?
En 2 palabras: castración Química
Titajú pone la gasolina, aina el fuego y la castración química... a la altura del cuello es más efectiva.
Vale, yo me ocupo de cortar las lineas telefónicas por si a alguien se le ocurre llamar a los bomberos.
Bien... ¿donde estaba el violador?
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