martes, abril 27, 2010

Calentando los caracoles.



Es una canción escrita para niños... niños que crecieron en otra crisis. La mayoría de los niños y no tan niños de ahora, no habrá escuchado antes este poema musical por lo que dificilmente podrán asociar el mismo a su autor, Carl Orff. Compositor favorito del alemán nacido en Austria más famoso de todos.

Hoy he escuchado los números de la crisis, el paro en España supera el 20% y sin embargo hay otros que están peor, en la tele se ve a otro chaval pegandole una paliza a otro, esta vez es el fascista el que la recibe... ojo por ojo... diente por diente... y al final todos comerán papillas en vaso en una oficina de la ONCE.

Por desgracia no me siento nada optimista... las crisis más grandes se han resuelto siempre del mismo modo. Se acaba buscando un enemigo, se crea uno que une a los más radicales y arrastra al resto y sea por miedo, sea por desidia, un día estalla una guerra que deja sin sentido las crisis, deja sin sentido el movimiento ficticio de dinero y se vuelve al metal precioso como única forma reconocida de riqueza. El papel deja de tener ningún valor aunque como siempre, hay quien saca partido, hay quien se enriquece a costa de los que no mueren, porque esa es otra... el paro desaparece pero no porque se cree trabajo, sino porque mueren los trabajadores.

El capitalismo se convierte en comunismo y todos trabajan para el estado... en las fabricas de aquellos que pagan sus salario en forma de patriotismo y un trozo de pan que llevarse a la boca aunque ellos sí que cobran por las armas que producen.

No hace falta pensar en guerras mundiales, antes de que se liara gorda los niños aprendían música en Sarajevo mientras otros iban de vacaciones a Duvrovnik y así uno por uno en todos los lugares en los que se libra alguna guerra.

Fueron pocos los que pensaron en esos lugares que aquella música que escuchaban era el fuego lento con el que se engaña a los caracoles, que el calor les iba a sacar de sus conchas, no para protestar sino para avivar el fuego de la discordia porque creían que iban a mejorar y se encontraron inmersos en conflictos de los que todavía no han salido.

Me pregunto cuanto tiempo pasó desde que Carl Orff compuso este tema que enseñaba música, hasta que el mismo niño cogió el fusil...

Hoy, en este post, más que nunca. Deseo estar equivocado.

4 comentarios:

Titajú dijo...

Pues siento no poder decirte que no estás equivocado. De todas formas, aquí en Galicia, se mueve una cantidad de dinero negro que no es normal. Tengo dos familias amigas que están los padres en paro (él y ella); cada familia tiene dos hijos. Y tengo otra amiga que montó una empresa de montaje de aire acondicionado y que necesitaba trabajadores; cuando se lo comenté a las dos familias, ni se molestaron en llamar por teléfono (noooo, a ver si sale algo mejoooor). Las entradas para el circo del sol se agotaron en una tarde (estuvieron cinco días) y no eran baratitas; las de "mamma mía" lo mismo, y cuesta cada entrada 70 euros.
Algo no cuadra.

Outsider dijo...

Me temo que cuadrar, cuadra... lo malo es que es más de lo mismo. Tengo un amigo griego que me comentaba hace un par de dias lo mismo que me dices, allí en Grecia, los restaurantes siguen llenos y hay que reservar... pero solo sirve para confirmarlo... de hecho, en Sarajevo también se hacía cola en el cine.

Zayi Hernández dijo...

Ni me hables del paro...llevamos seis meses sin curro en esta casa... llevamos cuatro años acá y justo cuando pensábamos que estabamos adaptados y todo ese rollo, llega esto... como que toca hacer maletas y largarse a otro sitio...
Un besito.

Outsider dijo...

Buff, seis meses sin curro me parece mucho tiempo. Siento no poderte indicar el sitio correcto al que desplazarte. Todos los sitios por los que paso están más o menos igual...