sábado, noviembre 07, 2015

El autentico altruista es ateo.

En este artículo se dice que el buen samaritano es ateo... 

Discrepo, si es samaritano, no es ateo, es judío, y para ser buen judío no puede ser ateo.  Ello no quiere decir que ser buen judio, cristiano o musulman sea sinónimo de ser buena persona. Si uno es buen cristiano se supone que lo que hace bien es ser precisamente eso, ser cristiano, y como tal, hay una serie de preceptos que le hacen bueno en lo suyo.

Desconozco todos los preceptos que debe cumplir un judio o musulman, cosas como beber alcohol, comer carne de cerdo, marisco o caracoles descalificarían para ser catalogados de buenos en su categoría.

Un buen católico, debe cumplir buena parte de los preceptos de un buen judío, a fin de cuentas el antiguo testamento es un extracto de las normas que deben seguir estos y el nuevo testamento no deja de ser una variante dedicada sobre todo a judíos que ya no pueden considerarse buenos judíos.

Si alguien es un buen católico, inmediatamente se convierte en un mal protestante y seguramente en un pésimo testigo de jehová y viceversa, pero en ningún caso el hecho de ser buen católico es sinónimo de ser buena persona o auténticamente altruista.

Para el católico, hacer el bien, y para hacerlo según sus dogmas basta con desearlo, es un trueque que pretende realizar ante su dios para conseguir un trato de favor por toda una eternidad. Es como jugar a la lotería primitiva con la certeza, al menos ellos tienen esa certeza, de que les va a tocar, claro que con el nimio inconveniente de que ello ocurrirá después de la muerte... (que gran palabra es "nimio" según la RAE sirve tanto para decir "insignificante" como para  decir "excesivo"... debe ser la única palabra que es antónima de sí misma).

De todos modos la mayoría de los católicos piden "altruistamente" por el bien de todos, ya hemos visto la razón, pero por lo general es lo que hacen cuando rezan en conjunto. De hecho ya no es tan altruista, más bien egoísta cuando ese conjunto suele pedir por el bien de dicho conjunto y cuando llegamos a las peticiones individuales, esas que hacen sin que nadie se entere, piden por el propio bien y el de sus allegados. Ahora nos estamos acercando a la época en la que todo Dios que recibe peticiones de sus adoradores se inunda de la más material de todas ellas, "que me toque la lotería"... eso sí, como está claro que es una petición que pretenden lograr antes de palmarla, ofrecen a cambio sacrificios como peregrinar (eufemismo para ir de vacaciones gastando poco) al santuario de turno e incluso ofrecer una parte del premio conseguido a los pobres. No se sabe de ningún caso en el que la donación haya alcanzado la totalidad del premio recibido.

En cualquier caso, si se diera el caso, el creyente que hiciera una donación de tal magnitud lo haría pensando en la recompensa divina que en última instancia recibirá después de la muerte. Si realmente pensase que Dios pudiera y quisiera repartir dinero entre los pobres, lo podría hacer directamente provocando por ejemplo que el rico perdiera ese décimo que ha comprado ya premiado para defraudar a hacienda, haciendolo posarse suavemente sobre el pobre que lo necesitase... las luces angelicales y las campanillas son opcionales aunque bastante apropiadas para generar nuevos adeptos. Pero es algo que no suele ocurrir así que ese donante cree que lo hace como instrumento de su Dios que recibirá su premio por su labor... es decir, no será altruista porque el costo de dicha diligencia sería escaso, 20 euros en el caso de la lotería, 1 si es primitiva, y el bien que se obtiene a cambio promete durar toda una eternidad.

Así que entre los creyentes pueden haber buenas personas y menos buenas, incluso malas, pero en ningún caso altruistas.

Entre los ateos también hay buenas personas y menos buenas, seguro que también las hay de malas. Pero sí existe el altruismo, porque quitando las ocasiones en las que se hace el bien con la intención de conseguir una recompensa tangible, situación que también se da entre los creyentes, las restantes ocasiones no pueden buscar una recompensa más allá de la muerte pues sus creencias, mejor dicho, la ausencia de las mismas le impide creer que dicha recompensa existe.

En condiciones normales ello podría llevar a la conclusión de que será más difícil encontrar ateos que hagan buenas acciones que creyentes, y sin embargo no es así según el estudio citado en el artículo que mencioné antes.

Ello me lleva a pensar positivamente, la naturaleza humana sería buena de origen, es la religión la que la corrompe, pero ello es mejor que creer que el hombre es malo por naturaleza, ya que lo que sobraría sería el hombre, ahora resulta que no es así, que lo único que sobra es la religión.


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