martes, junio 15, 2021

Sueños eléctricos de un futuro pasado.

 

 Aún no ha empezado "la caló", el que más y el que menos no se atreve a enchufar todavía el aire acondicionado y por supuesto no queda ninguna calefacción encendida, los días son largos y la luz se enciende lo justo y necesario para no caer rodando por la escalera. Por enchufar no pongo ni la tele porque seguro que están poniendo "furbo" pero la noticia de la prensa es que mañana el precio de la luz va a alcanzar el segundo precio más alto del año y el noveno de la historia. (fuente).

Por no cabrearme demasiado me he puesto a soñar despierto y me he acordado de otros tiempos en los que otros lobbies establecidos acabaron yéndose al garete. Igual influye que me he puesto a leer otro de esos libros que no había leído antes, “Gone with the wind”, uno de esos que ahora se califican de política, moral y socialmente incorrectos por esa curiosa tendencia actual de traducir el pasado al presente, como si en el fondo no se creyeran que algo ha podido cambiar desde la época de la guerra de secesión de los USA en la que se ambienta el libro, o desde la década de los 30 en que se escribió. Dentro de nada los arqueólogos dejarán de tener trabajo pues estoy seguro de que los neandertales, y cualquier sociedad de hace más de 40 años no alcanzaba los criterios de igualdad de género, clase, raza o religión que tanto se promueve hoy en día, en realidad me pregunto si tanto hablar de igualdad es equivalente a la denominación de “democrática” que tenían en su nombre países que eran de todo menos democrático, como la extinta RDA. En el libro, no he leído mucho todavía, se ve como gente con más o menos fortuna inicial se hizo con mucho dinero y se convirtieron en nuevos ricos que fundaron una nueva clase social que no era nueva, ya existía, era la de los ricos de siempre que en un par de generaciones se olvidan de que antes no lo eran y que todo lo que habían construido con más o menos esfuerzo se había realizado explotando más o menos a otros. En el libro la riqueza del sur se sustentaba en los esclavos y aunque no lo he leído, me imagino que el algodón se lo vendían a otros, también los del norte, que también se aprovechaban del precio al que compraban el algodón. Vamos… como ahora cuando hacemos que países del tercer mundo exploten a sus ciudadanos para producir cualquier cosa que consumimos. Estoy seguro de que allí también hay ricos terratenientes con su Tara de ladrillo blanco en medio de la plantación.

Cosas de la historia, los tractores despoblaron el campo, la gente se fue a las ciudades a fabricar tractores y cuando sobraron los tractores empezaron las guerras, sí ya lo se… una reducción muy simplista ya que las guerras, como los ricos, son atemporales, siempre los hay porque siempre hay quien se aprovecha de quien tiene menos. Los teatros y las óperas se encontraron con que alguien había inventado un sistema para poder escuchar la música sin necesidad de tener delante al cantante, algo así sucedió con el cine al aparecer la televisión. Aunque lo anterior no desaparezca del todo, está claro que siempre hubo un tiempo en el que le fue mejor. Internet está sustituyendo a todo lo anterior y nuevos lobbies surgen en lugar de otros.

Los ordenadores de sobremesa son casi un recuerdo del pasado, yo aún tengo una torre de las de antes pero solo funciona con Debian, ¿os acordáis de cuando no teníamos teléfonos móviles y de como han ido cambiando hasta tener prestaciones superiores a ordenadores que hace nada estaban en todas las casas y hace un poco más en ninguna?

Pues ahí, soñando, he pensado en el nuevo lobby, el de la electricidad y la energía en general, los nuevos ricos del algodón en el que el esclavo es el cliente que no puede prescindir de la electricidad y me he imaginado un futuro en el que mis hijas se paren a mirar al pasado, es decir, a hoy, y recuerden que tenían teléfonos que tenían que cargarse con un cable y que la batería necesitaban horas para cargarse. Seguramente se reirán al recordar que hablábamos de lo ecológico que considerábamos la electricidad cuando las baterías estaban hechas de materiales que costaban muchas vidas, la guerra del Coltan, aquella guerra mundial en el centro de Africa la llamarán en el futuro la guerra del Smartphone. Seguramente se darán cuenta al mirar para atrás que, níquel, cadmio, y todas esas palabras que tanto definen las baterías que almacenan la energía ecológica y la no tan ecológica, se producían solo en países que entraron  en guerras interminables  por culpa de ser fuente de esas tierras raras.

Ya hablé del combustible que podía sustituir al diésel utilizando los mismos coches, producirlo podría servir para ahorrar los materiales necesarios para construir todos los coches de nuevo pero claro… así no se venden coches. También habría servido para evitar tener que llegar al punto en el que no haya niquel, cadmio o la tierra rara de turno que haga falta para convertir todos los vehículos en exclusivamente eléctricos. Me imagino las risas de mis tataranietos cuando piensen en lo estúpidos que eran sus ascendentes cuando pensaron que podían sustituir un elemento que se acababa, el petróleo, con otro que no iba a durar mucho más. Pero después me he dicho que la alternativa siempre existe antes de que se convierta en norma, y buscando he visto que IBM ya ha descubierto como hacer baterías a partir del agua de mar, lo dicen ellos aquí. Ya existía en 2019 pero los lobbies de la energía deben ser demasiado poderosos.

 

De hecho pienso en que mis hijas pensarán en el iluso de su padre y como hablaba de cuando las bombillas que iluminaban de verdad consumían más de 100W y que sin embargo la energía se llevaba menos parte del sueldo, y que ahora, con tanto molino de viento y bombillas de 4W, se paga más por la luz. Es decir, alguien hace más dinero con la transacción en la que lo que más se mueve, es el dinero.

 

Supongo que también se reirán cuando se acuerden de mis pensamientos a la hora de plantearme poner placas solares y recordarán lo que ahora digo. Es lo que el lobby quiere, que ahora no tengan que hacer ni la instalación, al menos el molino de viento solo lo he pagado en forma de subvenciones, lo ha sufraga el estado con mi dinero, pero no me entero. Las placas las voy a pagar solo yo y va a ser divertido que nos las pongamos todos y que nos cobren por un lado los cables que sirven para llevar la energía de mi casa a la del vecino y la del vecino a la mia cuando lo normal es que yo consuma la mia y el vecino la suya. Que después nos paguen digamos 1 centimo por la energía que produzco y me cobren 10 por la que consuma del vecino de tal modo que yo solo pueda consumir a 10 la del vecino mientras el vecino solo pueda consumir la mia a los mismos 10 mientras nos pagan 1 centimo a cada uno. Es decir, habrá alguien que por no hacer nada, gane 9 centimos mios, y otros tantos del vecino.

 

En mi sueño, alguien acaba inventando esa batería que no ocupa sitio comparada con las de ahora, como cuando pensamos en los primeros ordenadores que ocupaban edificios enteros, una batería que harán obviando a las compañías de energía. Que además las placas solares evolucionen como hicieron los procesadores de los ordenadores y produzcan tanto por metro cuadrado que un tejaducho sea capaz de recoger tanta energía como un campo de futbol, ojala cuando mis hijas piensen en todo eso, cuando se rian de su padre recordando el presente en el que ahora vivo, pueda ver como lo hacen, sería señal de que no hemos tardado demasiado en llegar a ese futuro.

No hay comentarios: