Manual de un Rodriguez.

Rodríguez nació durante el boom económico de España en la década de los 60, la costa se transformó en una muralla de apartamentos en los que empezaron a veranear masivamente todos aquellos que medianamente se lo podían permitir. En realidad lo que hacían era desplazar a la familia a uno de estos apartamentos durante todo el verano mientras el padre de familia estaba solo durante sus vacaciones y volvía al trabajo durante el resto del tiempo.

En una de aquellas películas de cine de barrio se mostraba que estos solteros de verano no se pasaban todo el tiempo en sus casas y salían por las noches a aquellas salas de fiestas o cabarets en donde se relacionaban. En la película, para no dar su autentico nombre usaban el de Rodríguez, por tratarse de un apellido bastante común y de ahí que desde entonces cada vez que alguien mueve a la familia al lugar de vacaciones y el currito, ya da igual si hombre o mujer, se queda solo en casa, cuando en el trabajo o en cualquier otro lugar le preguntan por la familia, la respuesta es la de "estoy de Rodríguez".

Dada toda la explicación, que para los españoles que me lean, está de más salvo que desconozcan el origen de la expresión, ya puedo decir que llevo una semana de Rodríguez y este estado civil será el que me corresponda llevar durante un mes.

El Rodriguez típico acoge su situación con una cierta alegría, el primer día hace cábalas sobre todas las cosas que va a hacer en la inmensidad del tiempo libre que se le presenta y acoge su soltería provisional con mucho optimismo.

Como fuera que las tareas de la casa, antes más o menos compartidas, las tiene que realizar el solo, se aplican los axiomas del Rodriguez, nunca antes documentados pero aplicados por la inmensa mayoría de los Rodríguez más clásicos.

1.- No hay que limpiar aquello que no se ensucia.

La casa tiene muchas habitaciones para un soltero, así que si hay más de un cuarto de baño, uno no se usa al igual que todas aquellas habitaciones al margen de la propia.

2.- No vale la pena limpiar aquello que se ensucia solo.

Recoger el polvo se convierte en una pérdida de tiempo ya que en realidad lo único que se hace es levantarlo de donde está, dejarlo en suspensión para despues volverse a posar de donde se ha quitado. El césped del jardín sigue el mismo proceso al igual que el coche o la terraza en la que caen las hojas del árbol del vecino. Al ser interrogado al respecto se afirma que está todo limpio y el último día, se limpia, salvo que el regreso se tenga que dilatar en el tiempo, en cuyo caso siempre se puede decir que estaba limpio hasta el día de salir. Por otra parte, aquellos que lo mantienen limpio siempre se encuentran con que a la vuelta con la familia, todo está igual de sucio dando la impresión de que no se ha cuidado. Así que si no se ha de notar, ¿para qué te molestas?

3.- La vajilla de uso se traslada al lavavajillas.

Cada vez que se usa un vaso o plato este se guarda sucio en el lavavajillas, cuando está lleno se pone la pastilla y se limpia, no hace falta guardar despues los cacharros, cada vez que se necesita uno se escoge el limpio y se vuelve a meter luego, cuando no se encuentra uno limpio... se pone en marcha otra vez. Aquellos que no tienen lavavajillas pueden hace los mismo con la pila. Se va llenando hasta que no cabe más, al limpiarlos se apelotonan al lado para que se sequen y cada vez que se necesita uno se coge de ahí para ponerlo despues en la pila y volver a empezar con el proceso.

4.- Ante todo ecologistas.

- Los vasos de agua no se limpian, se aclaran y se vuelven a usar y en todo caso es mejor beber directamente de la botella.
- Si se come con las manos se gastan menos cubiertos.

5.- El armario del tendedero.
Al igual que con la vajilla, los calconcillos se apelotonan hasta que se puede preparar una lavadora con ellos, despues se cuelgan del tendedero del que se retiran a medida que hacen falta, cuando el tendedero se vacía... toca hacer otra lavadora. Para esto hace falta tener bastantes calzoncillos o rellenar la misma con alguna prenda que por sostenerse de pié, sea recomendable que pase por la lavadora. Conviene abstenerse de utilizar cualquier tipo de prenda que precise planchado.

6.- La plancha por gravedad.

Al igual que las cortinas se planchan colgándolas, al resto de la ropa se le puede aplicar el mismo principio, las arrugas salen en el armario al doblarla, así que no la dobles y dejala colgada en el tendedero. Las camisas se planchan en su percha, pero para que no huela a humedad el armario, cuelga las perchas del tendedero.

7.- Ahorro en Vestuario.

La única prenda necesaria en casa son los calzoncillos, sacrificada prenda de ropa que evita que las flatulencias dejen marca en el mobiliario. Si no se tiene una provisión suficiente para cumplir con el precepto 5, se puede aplicar la reversibilidad de los mismos aunque llegado el caso puede ser rentable el poner una toalla sobre el mobiliario que se usa y caminar sin calzoncillos limpiando las toallas el último día. Uno tiene así mucha más sensación de libertad. Desconfía si recibes muchas visitas de vecinos pidiendo cosas que con probabilidad tienen en su casa.

8.- El microondas es clave.

En consonancia con el principio 1, hay que evitar ensuciar otras partes de la cocina. En la dieta del Rodríguez entra la fruta y la ensalada porque no hay que concinarla, las proteinas se complementan con el embutido y para comer caliente existen las latas de callos, fabes, garbanzos (responsables de las citadas flatulencias) y otros tantos que se vacían en el plato y se calientan en el microondas.

9.- Seguir la dieta del caballo puede suplir el resto de las necesidades. Agua y paja.