jueves, abril 23, 2009

¿Tiene exito el virtuoso?

Hace poco pude leer un comentario sobre un tema que puse en el silbido en el que se mencionaba que hay músicos que no simpatizan con Kenny G. porque no lo consideran en absoluto virtuoso. No voy a entrar en la cuestión de si es virtuoso o no, más que nada porque no tengo ni idea, pero he de reconocer que es una cuestión que me ha hecho pensar y no era plan de soltar este ladrillo como simple comentario a una canción.

En su lugar me limité a indicar que se pueden contar por cientos las grandes estrellas que no eran virtuosas y no fueron menos estrellas por eso. Probablemente, la mayoría de los temas de los Beatles habrían podido ser compuestos por un simple alumno de los primeros cursos del conservatorio, pero el hecho es que no lo hizo. El éxito no está necesariamente vinculado a las habilidades que se tengan, en juego entran toda una serie de factores entre los que la suerte, por desgracia, tiene un papel fundamental.

Es fácil de probar que estar en el sitio adecuado en el momento oportuno es mucho mejor que muchos estudios, conocimientos, habilidades y capacidades. ¿A cuanta gente conocemos sino que están en puestos de elevada responsabilidad o por encima de nosotros o de terceros (para evitar el chovinismo personal) con capacidades manifiestamente inferiores?, cuando analizamos su caso nos damos cuenta de que estuvieron en el sitio adecuado en el momento adecuado, aunque ello pudiera no ser más que ser vecino del que hacía la selección de personal cuando la vacante era la que se iba a promocionar.

En uno de mis western favoritos, Sin Perdón, Clint Eastwood hace el papel de un ex pistolero que nunca fue el más rápido, ni el que mejor apuntaba y sin embargo había vivido para contarlo habiéndole enfrentado a más de un adversario al mismo tiempo, la razón de su éxito estaba en acertar la secuencia del enfrentamiento, eso implica suerte, entendiendo la buena suerte como esperar algo positivo teniendo menos probabilidades de conseguirlo que de no conseguirlo. Ya definí en su día lo que entendía yo por suerte, por ejemplo no es mala suerte el ir a la playa en invierno y que no haga sol, eso es lo normal, buena suerte sería ir a la playa en Bilbao el 20 de diciembre, que haga sol, calor y además hayas llevado el bañador y la sombrilla, porque hay muy pocas probabilidades de que se den todos esos hechos al mismo tiempo.

A lo que voy con la suerte es que es una simple cuestión de probabilidad, y mientras sea posible, siempre se puede tener la suerte de estar en el sitio adecuado.

Volviendo al virtuosismo, estoy convencido de que hay interpretes capaces de interpretar o incluso de componer temas mucho mejor que quien los compuso, un robot tocando la guitarra no cometerá ningún error en una partitura, pero no incorporará ninguna variación que convierta esa interpretación en única e irrepetible o en cualquier caso, el mismo robot lo hará siempre igual...




Einstein no destacó en el colegio, o eso dicen... ¿cuantos casos habrá en los que se haya descartado a un autentico genio y se le haya instado a trabajar de chapista o de lo que sea a los 14 años privandonos de otro genio que resuelva la ecuación universal de la energía y seamos capaces de crear una fuerza gravitacional negativa? A pesar de todo, Einstein estuvo en el lugar adecuado...

Evidentemente, para ser un genio no basta con estar en el lugar adecuado, también hay que serlo, pero para la mayoría de las situaciones no hace falta ser ningún genio, y al igual que los mejores puestos de trabajo no se los llevan necesariamente los más cualificados para ocuparlos, las grandes estrellas que conocemos tampoco son necesariamente mejores que todos y cada uno de los que las observan. Jordi nos mostró como cantaba Susan Boyle y como, después de 47 años había conseguido, por una vez, estar en el sitio adecuado, en el momento oportuno.

La mayoría de los padres son conscientes de ello e intentan no solo dar la mejor educación posible a sus hijos, sino también mejorar su situación relativa para aumentar las probabilidades de que se encuentren en el lugar adecuado,
¿convierte todo esto a Kenny G en un mal músico?, no creo. Los destinatarios de su música, como la de los Beatles o tantos otros, no van a evaluar la maestría con la que toca el instrumento, solo van a evaluar las sensaciones que les produce escucharlo. El virtuosismo queda relegado a las salas de conciertos en las que partituras de gran dificultad son interpretadas por aquellos que son capaces de tocarlas para un público capaz de escucharla. La audiencia no evaluará el sentimiento que le produce, sino el tiempo que tarda en cambiar de una nota a la siguiente, la limpieza con lo que lo haga e incluso si el instrumento ha estado a la adecuada temperatura y ha sido templado correctamente.

Volviendo al trabajo... los requisitos mínimos para ocupar un puesto de trabajo los cumple mucha gente, y aunque tengamos a un administrativo capaz de escribir a 600 pulsaciones por minuto, capaz de manejar todas las aplicaciones informáticas de ese puesto con expertía y con todas las características que pudieran convertirle en el candidato ideal para cubrir el puesto, éste se lo adjudicarán a aquel que cumpliendo los requisitos mínimos, demuestre estar en el sitio adecuado, en el momento oportuno.

8 comentarios:

Titajú dijo...

Pues yo, opino que tienes razón.
Llevo años diciendo que eso de la suerte existe, y tropezando con el muro de piedra de mi familia política.
Porque toooodo lo que ha conseguido mi marido es por sus estudios, claro, no por suerte. De ahí que el compañero de carrera que sacó las mismas notas que él (su amigo del alma, vaya con las casualidades), acabase trabajando de instalador de postes de telefónica, mientras que mi marido se sacó el doctorado, se ha creado una empresa, y es vicedecano de la facul, cosa que le da más dolores de cabeza que dinero, por cierto.
Si es por estudios, ¿dónde está el primero de la promoción, por qué su amigo no consiguió un buen puesto de trabajo, si tenían los mismos estudios?
Pero claro, llegó mi cuñado, y cuando las cosas le fueron mal, fue por la mala suerte (ahora sí existe, claro).
A la gente no hay quien la entienda.

Titajú dijo...

Pues yo, opino que tienes razón.
Llevo años diciendo que eso de la suerte existe, y tropezando con el muro de piedra de mi familia política.
Porque toooodo lo que ha conseguido mi marido es por sus estudios, claro, no por suerte. De ahí que el compañero de carrera que sacó las mismas notas que él (su amigo del alma, vaya con las casualidades), acabase trabajando de instalador de postes de telefónica, mientras que mi marido se sacó el doctorado, se ha creado una empresa, y es vicedecano de la facul, cosa que le da más dolores de cabeza que dinero, por cierto.
Si es por estudios, ¿dónde está el primero de la promoción, por qué su amigo no consiguió un buen puesto de trabajo, si tenían los mismos estudios?
Pero claro, llegó mi cuñado, y cuando las cosas le fueron mal, fue por la mala suerte (ahora sí existe, claro).
A la gente no hay quien la entienda.

Titajú dijo...

Como yo tampoco entiendo porque ha salido duplicado el comentario.

Outsider dijo...

Bienvenida o do a este rincón.

Es que es muy duro creer que no todo se consigue por las habilidades propias... es más facil esconderse en la mala suerte cuando no se consiguen.

Outsider dijo...

Digo bienvenida... es que soy lento con las pistas... tita de tia... lo del marido debería haber sido determninante... ;)

Titajú dijo...

Estás hecho un Sherlock, :-b

Jon Basto dijo...

Te estas saliendo esta semana ¿eh?

Outsider dijo...

Es lo que tiene estar lisiado en casa... al final escribes por no tener otra cosa que hacer.