Ya no se si pensar que hay muchos indios para pocas indias, si los indios están muy salidos, o si la policía allí es realmente tonta.
Desde luego, prestarse para servir de cebo después de haber sido violada para pillar a los que la violaron me resulta de un valor, o inconsciencia temeraria, increíble. Pero que la volvieran a violar y que la policía no solo no pudiera evitar la violación sino que ni tan siquiera atrapase a los violadores supera ampliamente la fantasía de muchos thrillers psicológicos.
Al final va a resultar que lo único fantasioso de esas películas es que en la mayoría acaban deteniendo o eliminando al agresor.
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