lunes, abril 24, 2023

Dispersándome antes de citar a Orwell.

 Llevo un tiempo leyendo mucho más que escribiendo. En realidad siempre ha sido así, pero en los últimos año es mucho más evidente. La mayoría de lo que escribo lo guardo en una carpeta que se llama "libros que nunca escribiré", no se porqué le puse ese nombre, igual habría sido más acertado llamarla libros que nunca terminaré aunque sí he terminado alguno por lo que el nombre más apropiado debiera ser el de libros que nadie leerá... acabados o no. En cualquier caso la covid que por fortuna no pillé, digo por fortuna porque hoy me han enviado un enlace en el que dice que un déficit que tengo (no se si es correcto decir que tengo algo de lo que carezco) pero que en cualquier caso han descubierto que el déficit de alfa 1 antitripstina parece aumentar la gravedad y la mortalidad en pacientes con covid. Vamos, que por mucho que queramos saber la causa por la que vamos a caducar, son tantas que no vale la pena preocuparse mucho. 

 Y como siempre, me he dispersado cuando lo que quería hacer era contar algo que había leído, así que me dispersaré otro poco más hasta que al final cite lo que quería contar.

Como con las películas ahora leo todo lo que cae en mis manos, que no veo mucho la tele pero ya no me importa ver las películas malas, casi las prefiero, a veces veo una película que me dicen que no vale la pena pero me he dado cuenta que son como los libros, siempre se aprende algo aunque solo sea que no hay que volver a verla.  Leyendo tanto, estuve tentado de hablar de los libros que leía. Van desde el tirant lo blanc y el quijote a las ratas de Delibes, la familia de Pascual Duarte o así hablo zarathustra pasando por libros de matemáticas o física como las cuatro leyes del universo de Peter Atkins o Ulises de James Joyce que dicho sea de paso, es el libro más absurdo que he leído en mi vida. (Tiene frases sin puntos ni comas durante más de cincuenta páginas del libro, así que me imagino a un ingles leyéndolo en su propio idioma cuando las frases en ingles de más de siete palabras pueden volverse ininteligibles).

Leo varios libros a la vez, dejo uno y sigo con otro así que por una vez estoy contento de tener tantos marca páginas. Ahora tengo tres en papel y uno electrónico. Sofistas, testimonios y fragmentos de una colección de clásicos de Grecia y Roma que no es muy legible, aunque me ha servido para conocer a un grupo del que no se sabe mucho porque tuvieron tendencia a ser perseguidos por su falta de creencias. A Protágoras le expulsaron de Atenas por empezar una obra diciendo "sobre los dioses no puedo saber... del hombre...". También estoy intentando descifrar la teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de Keynes, pero me parece que igual se me resiste. Estoy convencido de que el agente confidencial de Grahan Greene me librará de la pesadez de otras lecturas aunque aún no lo he empezado porque me he enganchado a el hombre unidimensional de Marcuse,  porque es algo así como lo que decía Twain de la historia, no se repite, pero rima. Habla de capitalismo y comunismo, de revolución industrial y consumismo y lo hace con la perspectiva de hacerlo mientras sucede una guerra, la de Vietnam. Los libros hay que saberlos poner en el contexto en el que se escribieron, este lo elegí por cambiar de tercio después de los sermones de Zarathustra, me resulta curioso que haya quien considere nazi a Nietzsche,  más que nada porque me sorprendería que ningún fascista fuera capaz de leer su obra.

En cualquier caso quería dejar una cita que he marcado en el libro. Marcuse cita a Orwell diciendo que "predijo hace mucho que la posibilidad de que un partido político que trabaja para la defensa y el crecimiento del capitalismo fuera llamado 'socialista', un gobierno despótico 'democrático' y una elección dirigida 'libre' llegaría a ser una forma lingüística - y política- familiar." 

Lo de la libertad de elección se repite una y otra vez dentro del libro de Marcuse centrándose en las necesidades falsas que creemos elegir. La cita de Orwell, es para mi humilde opinión, simplemente genial.

 Seguiría escribiendo... pero me voy a leer un rato.

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