Esto lo ví hace tiempo en una de esas peliculas-documental de Michael Moore, "Bowling for colombine", está en inglés, no lo he encontrado subtitulado pero es sumamente interesante.
Es más que interesante. Es espeluznante. De esta, y otras formas similares, le lavan el cerebro a los niños. Lo bueno es que en un país con miles de millones de habitantes, haya un señor como Michael Moore, que se percate de ello, y encima, lo muestre al mundo. Te recomiendo Sicko, un documental sobre los sistemas de salud en USA y el mundo.
Ya lo conocia, lo malo de Moore es que el sistema lo ha asimilado y ya nadie le hace caso, uno mas del entramado. Una pena. Saludos. Jordi, te dejo que me pide el oredenata que quiere actualizar no se que. Ains...
No lo había pensado de esa forma, pero Jordi tiene razón. Nosotros que vemos las cosas desde afuera, lo seguimos y nos sorprendemos con sus documentales. Pero cuando vi Sicko me preocupé mucho porque tengo familia allá. Intenté hablarle de ello a la persona más allegada, y salió casi burlándose de MOORE. Ellos no quieren ver, y si ven, tampoco es mucho lo que pueden hacer.
Es una autentica pena, pero es lo que pasa con casi todo. De tanto ver la imagen del hambre, la pobreza, la marginación o los accidentes de tráfico, al final nos inmunizamos ante lo duras que resultan algunas imágenes y seguimos haciendo lo que haciamos sin tener la sensación de que hay que hacer algo por remediarlo.
5 comentarios:
Es más que interesante. Es espeluznante. De esta, y otras formas similares, le lavan el cerebro a los niños. Lo bueno es que en un país con miles de millones de habitantes, haya un señor como Michael Moore, que se percate de ello, y encima, lo muestre al mundo.
Te recomiendo Sicko, un documental sobre los sistemas de salud en USA y el mundo.
Ese no lo he visto pero estoy seguro que como los otros es para ponerse "enfermo". XD
Ya lo conocia, lo malo de Moore es que el sistema lo ha asimilado y ya nadie le hace caso, uno mas del entramado. Una pena. Saludos. Jordi, te dejo que me pide el oredenata que quiere actualizar no se que. Ains...
No lo había pensado de esa forma, pero Jordi tiene razón. Nosotros que vemos las cosas desde afuera, lo seguimos y nos sorprendemos con sus documentales. Pero cuando vi Sicko me preocupé mucho porque tengo familia allá. Intenté hablarle de ello a la persona más allegada, y salió casi burlándose de MOORE. Ellos no quieren ver, y si ven, tampoco es mucho lo que pueden hacer.
Es una autentica pena, pero es lo que pasa con casi todo. De tanto ver la imagen del hambre, la pobreza, la marginación o los accidentes de tráfico, al final nos inmunizamos ante lo duras que resultan algunas imágenes y seguimos haciendo lo que haciamos sin tener la sensación de que hay que hacer algo por remediarlo.
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