lunes, febrero 10, 2014

IKEA. El timo que vino del civilizado norte. (Editado 19 feb 14)

10.02.2014

Llevo un tiempo sin escribir, y no me faltaban ganas ni motivos, lo que me faltaba era un escritorio...

Es lo que tienen las buhardillas diáfanas, ese eufemismo que indica que está a medio hacer o sin hacer en absoluto. Que ves un espacio con muchas posibilidades pero en el que hay que invertir una considerable suma de dinero para acondicionarlas. Como en el principio de indeterminación de Heisenberg, puedes tener dinero para bajar el techo y poner las paredes o para amueblarlo... pero no para las dos cosas, cuanto mejor dejes una opción, peor podrás realizar la otra.

Yo opté por la de los muebles y acudí a IKEA con la intención de apuntarme a un curso de montador de muebles, el curso sale caro, pero bueno, te dan los materiales y cuando terminas te los quedas. Los muebles pueden quedar más o menos bien... si te quedan mal siempre te queda la opción de volver a hacer el curso y si los materiales coinciden con los que compraste la primera vez igual consigues terminar de montar el puñetero mueble.

En todo caso siempre te queda el recurso de ir al chatarrero con una pieza que viene en cada caja, creo que es de un solo uso... yo ya tengo unas cuantas.


Así que acudí al IKEA y opté por la opción BESTA, la A se escribe en realidad con un circulito por encima que viene a indicar la disponibilidad de alguna de las piezas. 

Después de dar más vueltas que una atracción de feria para llegar a la sección de mobiliario hicimos la cola de rigor para conseguir que nos atendiera una empleada que como poco ha terminado  una ingeniería y un par de masters ya que eso de configurar todo lo que puede hacer falta para montar un mueble completo no basta con tener el curso de montador... no me quiero ni imaginar lo que tuvo que pagar la dependienta en muebles para poder trabajar allí. Un cajón... sí... un cajón, que viene a ser cuatro piezas de conglomerado unidos a un fondo con un par de tornillos de plástico y un tirador... se vende en tres cajas distintas. Una para el cajón, otra para el frente y después buscate la vida para encontrar los tiradores.

Después de seleccionar todo lo que queremos y con el auxilio de la empleada para acertar con todo lo que hay que poner en el pedido nos percatamos de que no va a caber en el 306... que como mucho nos caben los tiradores que por fortuna no tienen... (nota mental... mirar si los tiradores tienen también un circulito encima del nombre). Así que optamos por el servicio pick up. Que no es que te lo lleven a casa... eso es solo para que alguien te busque las piezas dentro del almacén. Vamos... que si nos pasase al comprar un coche, primero tendríamos que acertar que piezas hacen falta, después tienes que ir buscando las piezas y si pretendes que te entreguen en la caja lo que has comprado tienes que pagar un plus, si además quieres que te lo lleven a casa el plus es bastante más alto pero no hay otra alternativa... todo sea por el curso de montador.

Entonces vemos un letrero por encima que nos indica que todas las compras de esa serie llevan un descuento del 15%. Vamos... que el curso viene con rebajas... que raro, me salta alguna alarma del 6º sentido y cuando me dicen que no están todas las piezas preguntamos si no será que están discontinuando la serie. La chica mira en la pantalla mágica y dice que no, que se vende bien y que van a seguir trayendo piezas de la serie..

El precio por recoger todo el pedido o solo las piezas disponibles es el mismo que faltando una parte así como el de llevarlas casa pero no me permiten dejar el pedido pendiente de que llegue lo que falta. Eso sí me dicen que puedo llamar por teléfono para averiguar si ya ha llegado. (Es un 902... no se a cuanto sale la llamada pero no creo que sea menos de un euro... si llamas todos los días durante un mes... 30 euros. Es decir, algo más de lo que vale cada una de las piezas que faltan). Menos mal que vivimos aquí cerca... aunque ahora que lo pienso me han cobrado por una zona más de distancia.

En el almacén vuelvo a preguntar por la fecha en la que van a venir con el resto y en teoría no tenía que esperar más de una semana, vamos, que practicamente llegaban a casa los muebles al mismo tiempo que en teoría llegaba a la tienda lo que faltaba.

En casa voy montando muebles... las mesas no tienen las patas... era parte de lo que faltaba junto a 12 puertas del mueble... casi na. Día sí, día no aprovechamos para pasar por la tienda para ver si nos han traído las piezas que faltan, vienen las patas y alguna de las puertas.

Montando llego a los cajones y descubro que uno de ellos viene sin los tornillos... manda cojones así que vuelvo a IKEA por enésima vez. Me dan un vale para cambiar el cajón porque es más fácil cambiarlo que buscar los tornillos. Esa parte costó 8 euros, y el vale es de 8 euros... lógico. No encuentro el cajón, para variar... y un empleado me entrega el cajón Indreda que se corresponde en teoría con el que he comprado... las medidas coinciden así que voy a la caja donde me dicen que no vale 8... que ahora vale 25... ¿einch?, protesto... claro, yo solo venía a por los tornillos y estos parece que salen caros. No solo eso... comparando resulta que también han cambiado el color del cajoncito, protesto y al final un empleado consulta el despiece y busca los tornillos uno por uno... como no... faltan dos que me aseguran que me mandarán por correo.

La desconfianza y la suspicacia se hacen fuertes en mi cabeza y pregunto... ¿no me irá a pasar lo mismo con las puertecitas?... a saber, cambio de color, precio y características... así que les indico que quiero poner una queja, es decir... otra... porque a todo esto en la primera visita para conseguir las puertecitas me indican que no me pueden poner el descuento del 15% pues no llego a una cantidad mínima... cojones... ya quisiera yo que me lo entregasen todo de una puta vez. Huy dije puta... quería decir IKEA.

¿Van a traer mas puertas o no?... y al final me dicen que va a ser que no, que puedo seguir llamando al 902 que no habrán más puertas... vamos, que esto es como el corolla, que si solo nos fijamos en el nombre se lleva fabricando desde hace más de 30 años pero no busques piezas porque no son del mismo corolla... bueno... en realidad si buscas piezas de un coche sí las siguen fabricando.

Así que me toca poner la queja y ahí estamos... las traerán de otro IKEA... 

Es curioso lo bien que se venden las empresas de la zona civilizada de europa, esos norteños que dicen ser tan legales... tan familiares... En la entrada del parquing hay un letrero muy significativo... 

Reza algo así como "HE TENIDO EL SUEÑO DE QUE TODO ESTÁ EN SU SITIO...", al que soñó algo parecido lo mataron hace 45 años... casi medio siglo y siguen habiendo millones de personas con sus derechos civiles cercenados. Así que el anuncio es lo que parece... una utopía. Y la república independiente de tu casa... ese otro slogan... se refiere a la república bananera que es en realidad la empresa de los muebles de un solo uso.

Cuando lleguen las puertas seguiré hablando....

De momento unas lecciones aprendidas:

 Lección aprendida 1: Desconfiad de todas las "soluciones" IKEA que lleven incorporado un circulito encima del nombre.

Lección 2ª: Si está de rebajas siempre faltarán piezas y cuando las traigan no coincidirán con las que tenías.

Lección 3ª: Si no tienen todas las piezas del producto que buscas, no lo compres aunque te digan que están de camino.

Conclusión:


IKEA.
Editado:
Han llegado los tornillos del cajón...

A fecha de hoy, 19 de febrero de 2014 nos llama IKEA informandonos de que las puertas que faltan, nada más y menos que 7 puertas vitrina solo existen en uno de sus centros, el de Valladolid y que han procedido a realizar el pedido.

Solo han tardado nueve días en entrar en un ordenador para ver las existencias de las puertecitas en el resto de los centros... está claro que es una pequeña empresa familiar que se comunica con sus tiendas por correo ordinario, ahora que dicen que tienen las puertas en una de sus tiendas habrá que esperar a que nazca el burro que las lleve desde Valladolid a Zaragoza... y entre tanto no me extrañaría que algún otro cliente estafado se haya personado en dicho centro para no quedarse sin puertas.

Se busca abogado.

Editado:
No creo que este artículo tenga nada que ver, pero por fin han llegado las puertas. Llegaron ayer, no las he sacado de las cajas ni las he abierto, igual estoy algo cansado de los fascículos de IKEA. Pero me han respetado el precio original y han aplicado el descuento que existía cuando pedimos el mueble. Al final, ni tan mal, pero los consejos siguen siendo igualmente válidos y es mejor no arriesgarse y comprar solo aquello que esté en su totalidad.




2 comentarios:

Confusio dijo...

Es toda una epopeya. La verdad es que me ha entrado dolor de cabeza solo leyéndolo.
Y por supuesto que no soy un robot. Me fastidia que me hagan siempre la maldita pregunta.

Outsider dijo...

No entendía lo del robot, me imagino que es por la maldita pregunta que suelen hacer los "robots" que intentan evitar el spam en comentarios.

Lo triste de la epopeya es que al final acabamos volviendo a la tienda por falta de opciones asequibles. Me resulta curioso que sea este post el que te llame la atención y que lo leas a pesar del dolor de cabeza que provoca (a mi me produjo uno mayor), más que nada porque tu blog es uno de los que me gusta seguir para no sentirme solo en mi irreligiosidad. Gracias por la visita de todos modos.