domingo, junio 14, 2015

Jurando el cargo.

Leyendo en misterios al descubierto,  sieps se pregunta sobre el futuro de tantos cargos que han jurado o prometido sus cargos después de las últimas elecciones, de alguna manera anticipa que muchos de ellos cometerán perjurio precisamente por haber jurado su cargo.

De todos modos, yo, después de ver las definiciones que da la RAE de jurar y prometer, he llegado a la conclusión de que la opción de prometer no se distingue realmente del juramento pues aunque no cite el aval divino, la única opción aplicable a un cargo electo es la 3. de jurar:  tr. Someterse solemnemente y con igual juramento a los preceptos constitucionales de un país, estatutos de las órdenes religiosas, graves deberes de determinados cargos, etc.

Por ello propongo, aunque ya llegue tarde para hacerlo, que todo aquel que tenga que jurar o prometer un cargo y quiera dejar constancia de que no jura o promete en virtud de ningún precepto religioso, opte por la opción del juramento... pues la norma no indica nada sobre el dios ante el que se jura.

El juramento es el única sistema seguro de no mentir, pues poner algo que no existe por testigo es lo mismo que no poner nada. Eso sí, como no se especifica ante qué dios se jura, yo creo que optaría por el dios Pastafari, (el monstruo volador de pasta) y en lugar de jurar ante un crucifijo lo haría ante un tenedor y un vaso de cerveza con un solemne colador de pasta en la cabeza.

Aquellos que osasen decir que se trata de una afrenta a Dios, estarían insultando a todos y cada uno de los dioses (unos más modernos y otros más antiguos que el católico) que forman parte de la superstición humana desde el principio de los tiempos, y de hecho pondrán de manifiesto al solo dar la poción del dios cristiano, que el estado no es en absoluto laico y que en todo caso se margina a las personas por su religión, o ausencia de la misma.


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