Cuando miras un reloj, de lo primero se que ve nadie se percata, el cristal. Pero cuando se golpea un reloj, aquel es el primero que recibe el golpe y si recibe muchos golpes se rompe o se agrieta. Solo entonces se ve, cuando no nos deja ver la hora.
Son muchas las personas y las cosas que hacen las veces de ese cristal, están ahí, no nos percatamos de lo que hacen y damos por supuesto que todo seguirá funcionando como siempre porque siempre ha funcionado, porque en realidad no vemos el cristal, mas por desgracia, todos los cristales, se rompen.
2 comentarios:
Buen pensamiento pese al mal número.
Pues a mí... el número, me gusta. Si tenemos que ir a connotaciones diabolicas, hace nada ví una pelicula en la que era el 23 el maldito... puestos a buscar todos son buenos o malos según se mire, pero a mí, los 6 siempre me han resultado interesantes desde todas sus perspectivas.
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