domingo, octubre 29, 2017

Falsos apoyos para una farsa.

Me gusta leer toda la prensa, hasta hace un tiempo veía las noticias y me daba cuenta de que muchas de ellas tenían en común algo más que el hecho de describir una situación, una noticia. Lo noticiable era noticia, pero la forma de informar sobre la misma también era otra noticia. Así descubrí que en realidad no hay tantos medios de comunicación, que en realidad se deben a sus propietarios tanto o más que a sus lectores ya que no dependen tanto de que los lectores compren sus noticias como de convencerles de que "esa" es la noticia que deben leer.

Gracias a la situación en Cataluña pude ver los distintos grupos informativos así como la sutil forma en la que iban variando de una opinión a otra en función de los intereses de fondo. Los intereses de la oligarquía que en realidad los maneja.

Por supuesto, siempre hay periodistas comprometidos con sus propias posturas, ello no les convierte en más veraces, algunos harán suyas las posiciones más radicales de la jefatura de su medio y otros darán ese contrapunto que muchos medios necesitan para intentar justificar una posición neutra y veraz de las noticias, razón por la que a estos últimos se les tolera y se les mantiene en cada medio siempre que el balance de ideología no se incline fuera de la postura a la que quieren guiar los dueños a sus lectores.

Cuando en un medio no existe ese contrapunto, todos saben que la editorial está radicalizada y está dispuesta a aceptar extremos que llegan a alcanzar el absurdo para cualquier lector, salvo para aquel que ya tienen convencido, es decir, difícilmente conseguirán más, aunque está claro que aquellos que consoliden dejarán de leer cualquier otro medio porque cualquier noticia que les contraríe convertirá al medio en su conjunto como radical del otro extremo.

No voy a hablar hoy de los grupos y las relaciones entre las distintas publicaciones, otro día lo haré aunque se que a muchos le sorprenderá que en su día hubo una relación directa entre prensa tan opuesta como pudiera ser La Razón y Avuí.

Hoy, algunos medios empiezan a señalar que de nuevo, resulta que no se proclamó ninguna república. Lo que sería un mazazo para los secesionistas que tanto jolgorio pusieron en celebrarlo, quieren disfrazarlo ahora de escusa para que no exista la motivación suficiente para acusar a nadie de rebelión. Si no se declaró la independencia y no medió violencia, la cosa quedó en nada y de hecho fuentes del gobierno invitan a Puigdemont a presentarse a las elecciones que se han convocado, sospechosamente para un día después de la fecha que el mismo Puigdemont fijó para las mismas cuando se le tiraron al cuello por traidor sus correligionarios.

Del mismo modo que el gobierno de España se dio prisa para reaccionar, resulta cuando menos curioso que una república recién creada no se haya dado prisa en promulgar los decretos necesarios para afianzarla.

No tienen apoyos internacionales, pero ¿los buscan?, sabían que la unión europea no les iba a apoyar, pero, ¿y el resto?

En Punt Avui hablan de que en Argentina y en Finlandia se van a presentar mociones en sus parlamentos para aprobar dicho reconocimiento, ¿están de coña?, es algo así como una moción de Coalición Canaria (con su escaño) pidiendo un trasvase del Ebro a la caldera de Taburiente. (Nada imposible si se tiene presente que ya se hizo uno a Baleares aunque tuvieron que tirar el agua porque llegó contaminada).

El otro apoyo que tienen está esperando una petición formal, Osetia del Sur. No se, yo creo que no lo harán, quizás porque se han dado cuenta de que hay un curioso paralelismo entre Osetia del Sur y Val de Aran. Para ponernos en idea, Georgia se separó de la URSS y Osetia del Sur se separó de Georgia para no ser reconocida más que por cuatro paises. Rusia, Nauru, Nicaragua y Venezuela, aunque lo más interesante es que el pasaporte de Osetia se expide en Rusia a la que se a anexionado formalmente. ¿No es ese un mensaje claro de lo que le espera a Cataluña desde la órbita rusa?

¿Necesitan también a Crimea o Abjasia (otro cacho que Rusia recupera de la extinta URSS)?

En fin, falsos apoyos para una farsa en la que el gobierno de España ha decidido correr un riesgo al convocar elecciones autonómicas. Si las pierde el independentismo, quedamos igual para volver a empezar, si las gana, proclamarán que en realidad eran constituyentes para ver si consiguen de nuevo apoyo... pero del de verdad.

Solo nos queda confiar en el seny de los catalanes y verlos ir a votar masivamente para desplazar de nuevo al independentismo al lugar del que nunca debió salir, dejarlo confinado en aquel pasado que no tenía nada de gloria pero por el que millones de europeos acabaron involucrados en dos guerras mundiales y una sarta de conflictos locales, guerra civil española incluida.



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