viernes, julio 10, 2015

Oligarquía democrática.

Yo nací en una dictadura, la verdad es que lo desconocía y el dictador murió cinco años después. Cambiaron muchas cosas pero para un chaval de 5 años que acababa de empezar el colegio, la novedad era un profesor hippy con guitarra y loro en un colegio de curas. Cosa que por cierto yo también desconocía que se tratase de una novedad.

Como empecé el colegio un año antes, volví a cursar primero de EGB, esta vez con un profesor al uso, de los de antes con toda la violencia física que le permitía una vara con la que nos marcaba las manos cada vez que hacíamos algo fuera de sus normas.

La democracia no nació con la muerte de Franco, pero si me hubieran preguntado a mi habría dicho que lo nuevo era mucho peor que lo anterior, el hippy de pelo largo no siguió dando clases en ningún curso, parece que sus métodos, predemocráticos, no eran del agrado de quien fuera que mandase en aquel colegio.

La democracia como tal nació, o renació en España dos años después, en 1977, yo cursaba tercero de EGB en aquellas elecciones generales, cuarenta y un años después de las anteriores. No noté la diferencia salvo en lo curiosos que me resultaban aquellos coches con megáfono que iban tirando papeles por la ventanilla.

Entonces no me pregunté por el origen del dinero con el que se imprimían esos papeles, quizás me habría sorprendido descubrir que parte de la campaña del que ganó la financió el Rey con el dinero que le prestó el Shá de Persia y el Rey de Arabia Saudí. Aquellos no eran expertos en campañas democráticas... pero ganaron y queda la duda sobre si habrían ganado sin esa ayuda.

El dinero no es suficiente para ganar, pero desde luego que ayuda a hacerlo. La financiación de los partidos es algo turbio que ha levantado una gran columna de humo en los últimos tiempos pero que ahora parece desinflarse. No nos engañemos, el polvo, la mierda sigue ahí, pero se ha vuelto a posar y nadie la mira porque cuando se mueve, no nos deja respirar.

Es básicamente lo que ha ocurrido en Grecia, se ha sacudido la mierda, esta se ha quedado en suspensión y ha asfixiado a todos aquellos que querían limpiarla.

En el mundo hay tanto dinero que su valor real es parecido al de la sal diluida en el mar, la palabra salario viene de ahí, de esa sal con la que se pagaban los sueldos en tiempo de los faraones, adoptado después por los romanos. La sal era muy preciada por su uso en salazones, pero al pagador le resultaba muy barato producirla, pagar con sal, era como pagar con aire.

A un empresario le resulta mucho más dificil conseguir el dinero con el que pagar a sus empleados, pero es que resulta que él no deja de ser un empleado más. El DINERO en mayúsculas no lo tiene ningún empresario en particular, simplemente existe y se reproduce automáticamente simplemente con cambiarlo de un lado a otro de forma electrónica. En realidad es más fácil producir dinero que sal y el objetivo es el mismo, hacer que unos trabajen para que otros puedan vivir sin trabajar.

El excedente de dinero mundial sirve para comprar voluntades, cambiar gobiernos, dirigir empresas y en definitiva, hacer un mundo mejor... para quien realmente posee ese dinero. El que lo recibe mide su calidad de vida por la cantidad de salazón que es capaz de preparar o hacer que otros preparen para él a cambio del excedente de sal que gana vendiendo salazones.

Pero el dinero no vale nada, en teoría es un instrumento que convierte gallinas en lechugas sin necesidad de sacrificar la gallina para hacer pagos exactos. Por una gallina te dan 5 euros, por una lechuga te dan dos. El de las gallinas tiene 2 lechugas por gallina y le sobra uno. Entonces llega la inflación, por una gallina te dan 10 euros, y por una lechuga 4. El de las gallinas consigue la misma cantidad de lechugas, y ahora le sobran 2 con los que sigue sin poder conseguir otra lechuga. El que no tiene, antes le faltaban 5 euros para comprar una gallina, y ahora le faltan 10, en realidad le falta lo mismo que antes de la inflación, antes no se podía comprar ni la gallina ni la lechuga y ahora tampoco.

Si se pudiera comprar lo mismo... ¿para que serviría la inflación?, se usa porque como he dicho el dinero no vale nada, en realidad lo que hacen es pagar menos sal porque cuando hay demasiada sal, nadie la necesita. Así que el dinero no para de producirse, pero es mejor no repartirlo porque así seguirán todos deseando tenerlo, seguirá siendo necesario aunque no sirva para nada pero repartirlo o no hacerlo, en forma de rescate, préstamo, premio o soborno servirá para controlar a la gente, a los paises y en definitiva a la producción de todo aquello que permita que unos pocos, la autentica plutocracia, siga viviendo como reyes sin hacer nada en medio del lujo.

Si esa oligarquía es identificable, corre el riesgo de que el que recibe aire por su trabajo se de cuenta de que su trabajo solo sirve para que el primero viva mejor. Así que se hace necesario poner una barrera en medio, una clase de gente que convenza al trabajador de que debe seguir haciendolo, alguien prescindible llegado el momento. En unos lugares son reyes, en otros son dictadores y en la mayoría, políticos que trabajan para esa oligarquía por tener un poco más de sal que el resto. Por parecer que pertenecen a esa oligarquía y hasta es posible que alguno, de hecho, pertenezca a ella.

Curiosamente cobran su sal de aquellos que les eligen, es una forma de disimular. Se pasan unos años cobrando más que la mayoría pero su salario real lo cobran cuando dejan su trabajo de intermediarios. Son, en definitiva, empleados de alto nivel de la oligarquía que los pone allí para que la gente tenga a quien echar la culpa de todo lo que sucede en lugar de perseguir la fuente del problema.

Aún así no tienen miedo de que nadie busque dicha fuente... pues lo único que consigue el que busca es encontrar mierda, removerla, dejarla en suspensión y al final, en medio de la mierda, se confunde al buscador con la mierda y acaba desapareciendo cuando la mierda se vuelve a posar.

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