martes, junio 16, 2015

Seguiremos. (Macaco y Hospital San Juan de Dios).

Me lo han enviado por wassá, el mensaje prometía una donación de 5 cts por cada vez que se visualizase el vídeo, pero esta parte no es cierta, hay que entrar en el enlace para hacer un donativo.



Macaco colabora en esta ocasión con la planta de Oncología Hospital San Juan de Dios, una institución que no deja de ser privada y religiosa.

De todos modos los niños que aparecen en el vídeo son reales, sus historias también lo son así como la terrible enfermedad que acompaña a muchos de ellos y aunque solo sea por el buen rato que han pasado mientras hacían el vídeo, ya vale la pena.

Porque no perdemos un tercio de nuestra vida al soñar, lo que hacemos es vivir un tercio de la vida soñando con la intención de que en los otros dos tercios se haga realidad alguno de esos sueños.

2 comentarios:

Ginebra dijo...

Pues sí, soñar también es una parte importante de nuestra vida.
Estos chicos, aún estando enfermos, tienen suerte de poder ser atendidos en un hospital y tener acceso a la sanidad pública o privada, otros millones de niños no corren la misma suerte y por mucho que sueñen, me temo que no ven cumplidos ninguno de sus sueños.
Saludos

Outsider dijo...

Esa es la otra cara de una moneda que no deja de ser la misma moneda. Ese otro problema lo he visto en persona, quizás por eso me afilié a ACNUR en lugar de optar por algo más cercano. A veces nos engañamos pensando que vivimos en un mundo mejor, leemos como vivían nuestros abuelos, nos sorprendemos a nosotros mismos al comparar nuestra propia vida pasada con la presente y los avances que hemos vivido pero a poco que miramos desde un poco de perspectiva descubrimos que la población mundial en su conjunto vive peor ahora que hace unos pocos siglos.

Hay quien pueda alegar que entonces había esclavitud y las enfermedades hacían estragos, pero es como cuando se habla de como mejora la economía del país y se ve al mismo tiempo que hay más familias en riesgo de exclusión. Le va mejor a unos pocos, al resto le va peor y aún así esas familias en riesgo de exclusión vive bien al lado de muchos de aquellos que cruzan varios territorios en guerra, escapando de otra, para morir ahogado sin llegar o de hambre en el paraíso prometido, eso si no acaban esclavizados en el camino o en el destino pues la esclavitud no será legal, pero aún existe y la enfermedad... basta mirar lo que ha hecho el ébola para ver que las enfermedades siguen matando igual que siempre.