lunes, marzo 16, 2015

Divagando.

He sufrido un ataque de procrastinación, (eufemismo de "tengo mucho que hacer pero voy a dedicarme a otra cosa") y he recuperado una afición antigua. El siguienteblogging, consistente en entrar en un blog al azar para después avanzar de un blog al siguiente con el enlace que sale en muchos blogs, "siguiente blog". Es increíble la cantidad de cadáveres que existen en la blogosfera y me percato de que en más de una ocasión este mismo pareció uno de ellos, supongo que resucitado de sus defunciones ahora es un muerto viviente. No me voy a parar a pensar en que me convierte ello... bueno sí, pero no voy a llegar a ninguna conclusión, es lo que tiene ser un robot de la red que escribe automáticamente. Un fantasma que no tiene otra entidad que la de una combinación casual de letras que forman palabras que se pueden leer, pero que no llegan a decir nada. Hay quien dice que detrás de cada blog hay una persona, alguien que lo escribe, se podría decir que tienen un alma que cuando no escribe está en viaje astral por un universo dotado de otras dimensiones, dicen que el tiempo es una de ellas. Aquí no hay tiempo, el tiempo es un orden pero el pasado coexiste con el presente, no hay un antes y un después. Los posts están o no están, se crean y se eliminan y la referencia temporal solo indica la posición del mismo con respecto a los demás. Puedes buscar algo hoy y encontrarlo en algo que se escribió hace años, sigue ahí, al lado de lo que se escribió ayer y es posible que dure más que lo que se escriba mañana. Hay blogs llenos de poesía, blogs que proclaman a los cuatro nodos ¿vientos? secretos de dos que cualquier siguienteblogger puede encontrar años después. Definitivamente, pensamientos de taza que quedarán ahí hasta que dejen de estar.

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