sábado, enero 11, 2014

¿Ayuda Dios a quien madruga?

Esta pregunta se la hacen en xatacaciencia, uno de esos blogs que de cuando en cuando me gusta seguir y que comentaría allí si no me hubiera olvidado la contraseña.

La respuesta es más bien obvia. En corto. No.

Haciendolo un poco más largo diría que quien no existe no puede ayudar a nadie, obviando este hecho y considerando solo el hecho de madrugar como beneficioso podríamos llegar a la conclusión de que cuanto más al este del planeta vivamos, más ayuda recibiremos ya que antes se levantarán para todo (dentro del mismo día). Eso coloca a los Estados Unidos practicamente en el último lugar si pensamos en Alaska o en todo caso en el pelotón de cola a la hora de madrugar entre todos los habitantes del planeta.

Por otra parte, cuando empieza el día en unos sitios practicamente se acaba en otros, por lo que si te llaman desde estos cerca de las 11 de la noche siempre puedes decir que lo dejas para mañana y eso de dejar para mañana lo que otros han hecho hoy parece que contradice la máxima de madrugar.

De todos modos una historia que me contaron hace tiempo habla de un padre que va con su hijo por la mañana y se encuentran un billete en el suelo. Ves hijo -Indica el padre al recoger el billete. - A quien madruga, Diós le ayuda. A lo que el hijo replica. - Más madrugó el que lo perdió y nadie le ayudó.

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