lunes, enero 11, 2010

Otra vuelta... de tuerca.

No he podido evitar la tuerca en el título para acercarnos a aquella novela fantasmal de Henry James... (no tengo tanta memoria, lo he buscado), pero en realidad solo me quería referir a esa vuelta al sol que nos empeñamos en celebrar año tras año por el mero hecho de ponerle nombre.

No le ponemos un nombre cualquiera, hacemos como con las piedras que se descubren en el universo a las que una vez acabados los nombres originales, aquellos que las convertían en dioses distantes, Urano, Marte... a mi me gustaba en particular Venus, les asignaron letras... griegas, eso sí, y por último números, algo impersonal que con el tiempo parece ir cogiendo solera como el vino y no es solo el vino el que mejora sino también el año al que se refiere y es entonces cuando después de haber nombrado a la vuelta con un número, estos se juntan y se renombran con algún mote, "la movida" de los ochenta, los locos veinte y otros adjetivos que ya no recuerdo.

2009 no pasará a mi historia como un gran año, mala cosecha para los recuerdos aunque se verá beneficiado por el agrupamiento que se produce con el paso del tiempo y será aquella primera década del milenio que me pasé íntegramente fuera de España, aprendiendo que no es todo tan bonito como lo pintan... ni tan feo, ni tan diferente, ni tan parecido. La gente suele hablar demasiado de lo que no conoce y ahora me estoy acordando de un vídeo que ví en un foro de coches en el que hablaban de la educación de los alemanes al volante y de la libertad de conducir a la velocidad que les dé la gana... en el vídeo se jactaban de circular legalmente a 190 sin problemas mientras criticaban los radares en España... este paisano solo ha circulado por la autopista... donde también hay radares, y si llega a salir de ella le habrían cocido a fotos... claro que un alemán con matrícula alemana habría conducido por España con la misma libertad que él lo hacía en Alemania... pero bueno... ya estoy divagando... como siempre, y es que parece que el propósito que me había hecho este año de tener la boca callada "pa no cagala" va a tener que esperar otro año, o no... porque lo cierto es que cada vez hablo menos y en realidad prefiero escribirlo porque así nadie me dice que hablo demasiado.

2010, se presenta incierto, eso sí, con una provisión extra de peso, esos 4 kilos que he ganado durante estas navidades en las que no debo haber hablado tanto pues la lengua ha estado ocupada en mover las ingentes cantidades de comida que han pasado por su vera, y eso que este año, el limoncino ha formado parte del equipaje y hemos estado bastante perjudicados a altas horas de la mañana botella de anís en mano con ese curioso empeño que solemos tener en nuestro país de no dormir ni dejar que los demás lo hagan.

Quizás me he contagiado un poco del caracter cigarra de fabula que parecen tener de serie los Napolitanos, vive hoy y mañana quien sabe... domani... dopo domani... para referirse a un tiempo incierto del futuro en el que nunca harán nada hasta que no sea hoy. Claro que tienen razón, no hay nada que se haga mañana, llegaría hecho a hoy, y es algo que no suele pasar. Aún así, lo que hagas hoy tampoco importa demasiado pues pronto será algo de ayer... y ya se sabe, solo hay que esperar un poco, a veces más, para que coja solera y pensemos lo bien que estaba.

Este año he pasado la linea de meta con el miedo a pensar que ya no iba a poder pensar que quería repetir el año... o al menos sus mejores momentos, con miedo a creer que desear que el año que entra sea por lo menos como el que se va, sea simplemente una constatación de la ley de murphy en lo que todo lo malo es susceptible de empeorar pero que no deja de ser simplemente malo.

Donde quedaron aquellos tiempos en los que miraba hacia delante pensando que el futuro me traería mejores años mientras no me percataba de la amarga realidad de que aquellos que rechazaba en pro de los venideros eran en realidad los buenos tiempos que acabaría por recordar.

En fin... no voy a relatar las circunstancias que me impiden pensar que este año va a ser bueno, todo el mundo tiene sus desgracias personales como para aburrirles con las mías, pero el tiempo que hay en España (aquí solo llueve) me recuerda aquel refrán que seguramente sacó el director de una pista de sky, "año de nieves, año de bienes"... muy bonita la nieve, hasta que te saca de la carretera o no te deja salir de casa. Todo es bonito cuando se mira desde fuera... pero de cerca no es oro todo lo que reluce.

4 comentarios:

Zayi Hernández dijo...

...No estaba muerta, que estaba de parranda, como dice la canción...

2009 ha sido para mi probablemente uno de los peores años de mi vida y de verdad que no creo que se haya alegrado nadie tanto como yo cuando entró el 2010.

2010 es incierto, si es verdad, pero no soy como los que dicen "Más vale malo conocido...", incierto o no, prefiero pasar página con muchas cosas que sucedieron en el 2009 e intentar empezar con buen pie... fíjate, empezando el año y plaf! me devuelven el ordenador...yo tengo esperanzas en este año...no sé, cosas de ilusa...
Un besito y a rebajar ( yo perdi peso en navidades)

BUENAS NOTICIAS dijo...

Ostras Outsider, no te veo yo muy optimista.... Es curioso, el 2009 no ha sido bueno para casi nadie. Yo también estaba deseando que llegara el 2010. Y estoy segura de que va a ser un año super estupendo y maravilloso. Hablamos el 31 de diciembre y me cuentas...
De momento, te dejo este deseo para un año lleno de cosas buenas, felicidad y buen rollo. Ya me contarás.
Y, de paso, un abrazo fuerte!!!

Outsider dijo...

Zayi, El año que pierda peso en navidades será muy mala señal...

Buenas Noticias, nunca me he caracterizado por ser especialmente optimista, tampoco me considero pesimista por mucho que alguno pueda pensarlo, prefiero creer que soy simplemente realista, pero eso sí, tengo un elevado sentido del humor, he llegado a reir y hacer reir en un funeral... al final, independientemente del optimismo que se tenga, lo importante es reirse de todo. Como aquel jugador que siempre perdía y aseguraba que le encantaba jugar y perder, cuando le preguntaron si no le gustaría ganar contestó que aquello tenía que ser la ostia.

Titajú dijo...

Yo, personalmente hablando, no creo que haya años buenos o malos. Todos los días de mi vida he sido feliz, y si por casualidad hay algo que lo estropea (algo duro, como la muerte de un ser querido; algo doloroso, como una enfermedad, o algo que me cabrea como el tema del idioma en el que mis hijas están obligadas a estudiar), siempre ha habido algún momento en el que he sonreído y he olvidado el mal trago. Y prefiero quedarme con la sonrisa, que con todo el dolor del mundo.
No sé cómo será el 2010, pero sí sé una cosa; yo también he pillado kgs en estas Navidades, y los he disfrutado a base de bien.
Aunque no te dé la bienvenida, va a venir igual, así que, 2010, ¡bienvenido seas!