sábado, mayo 16, 2009

Diego Digo Obama.

Diego se llama Obama... porque donde Obama dijo digo, no lo dijo... dijo Diego.

Uno de los pilares de su campaña presidencial fue la crítica de los tribunales militares instaurados por el arbusto (Bush) que le precedió, para juzgar a los presos de los campos de concentración del Vietcong... ay no... que esos son los del enemigo... aquí no están en un campo de concentración, se trata de una residencia para contrincantes en la que se les da cobijo, alimento y protección... el Guantanamo Hilton, donde para conseguir un zulo, digo habitación, basta con no haber simpatizado con los americanos cuando estaban invadiendo, digo... liberando un país...

A cambio de ello, los clientes del hotel recibían un trato agradable, revitalizante... porque es lo que tiene el dolor... mientras duele hay vida, y solo tenían que ir delatando a los que estaban con ellos o aquellos que estuvieran en cualquier otro lugar para poderles invitar formalmente a pasar el resto de sus días en el hotel... si colaboraban les liberaban... y ellos se lo creían...

Obama estaba convencido de que iba a terminar con aquello, pero parece que va a ser que no, y ha tenido que rectificar ante la evidencia de lo que habría pasado... sin una sola prueba para poder condenar ni poder justificar la presencia de la mayoría de los allí recluidos, lo siguiente habrían sido las películas de estos otros desaparecidos en combate.

Los recluidos por el Vietcong lucharon en una tierra que no era suya y perdieron... obedecieron órdenes y entre aquellos a los que mataron se encontraban muchos civiles e inocentes familiares, conocidos y amigos de los que mantenían aquellos campos de concentración. Ahora, este nuevo Vietcong perdió... y en lugar de atrapar americanos, resultó atrapado por ellos y exportado al otro lado del mundo... luchó contra el invasor, obedeció ordenes de sus superiores pero nunca fue tratado como combatiente... claro... no tenían dinero para uniformes y sin uniforme no hay convención de Ginebra.

¿Y ahora que? Se debieron preguntar cuando se propuso que un tribunal civil juzgara a esos presos, si uno solo de los que allí está, gana un juicio... ¿cual es la indemnización que le coresponde?, no es ya una cuestión de dinero, es de imagen... y la publicidad que se haría del hecho en el mundo que no gira alrededor de USA caería como una losa que salpicaría dentro de su area de influencia... no... mejor no... que se queden allí, ya se morirán, pero eso sí... con una mejora de sus libertades...

3 comentarios:

Titajú dijo...

Es que yo no sé que pasa, pero es que las promesas electorales suelen convertirse en humo a la primera de cambio.
Hoy tengo el día bastante cabreado, pero con Obama, desde el principio, me pareció que se le quiso dar (o él mismo quiso hacerlo) una imagen como la de Martin luther King. Pero para ser una líder de estas características, primero tienes que valer, y luego morir. Y morir joven.
Y no le veo yo con ganas ni agallas.

Outsider dijo...

Es que igual se ha repensado eso de acabar siendo un mártir... a fin de cuentas, a esos mártires no se les recuerda por lo que consiguieron, sino por lo que quisieron hacer.

Jon Basto dijo...

yes, we can... pero estos, no.