jueves, noviembre 13, 2008

Un facha de 7 años

Por lo general suelo ser el asesino que borra sin piedad las cadenas que recibe en su correo, antaño me dedicaba a intentar verificar lo cierto o incierto de lo que contaban y gracias a ello entré en un foro en el que entre otras cosas se desmentían muchos bulos de los que se encuentran en la red.

Este no se me mandó con el típico formato de cadena que nos convierte en los más desgraciados del mundo si no lo reenviamos a diestro y siniestro, quizás borraron esa parte conocedores de mi afición a eliminar ese tipo de correo.

Sin embargo no he comprobado si efectivamente lo escribió quien dice haberlo escrito, aunque desde luego está dentro de su estilo, tampoco se si la historia que cuenta es cierta pero no necesito que realmente lo sea pues lo que cuenta es algo que se palpa, algo que se nota, algo que se siente. Eso sí, quizás no comparto su final, no porque no lo sea, "...de este país de mierda", sino porque en realidad no existe un país que no lo sea y si todos los miembros del conjunto cumplen la misma cualidad, esta no se menciona por sobreentendida. Es como si a todo objeto tuvieramos que calificarlo como atómico por estar formado por átomos, tendríamos que rectificar lo dicho por "...de este país atómico de mierda atómica" así que seguramente la dedicatoria habría quedado perfectamente delimitada con decir "a todos los ciudadanos de este país", porque lo de mierda, como lo de atómica se sobreentiende.

"UN FACHA DE SIETE AÑOS

por Arturo Pérez-Reverte

EL SEMANAL, 6 de julio de 2008


Me interpela un lector algo –o muy– dolido porque de vez en cuando aludo a España como este país de mierda. El citado lector, que sin duda tiene un sentimiento patriótico susceptible y no mucha agudeza leyendo entre líneas, pero está en su derecho, considera que me paso varios pueblos y una gasolinera. Le extraña, por otra parte, y me lo comunica con acidez, que alguien que, como el arriba firmante, ha escrito algunas novelas con trasfondo histórico, y que además parece complacerse en recuperar episodios olvidados de nuestra Historia en esta misma página, sea tan brutal a la hora de referirse a la tierra y a los individuos que de una u otra forma, le gusten o no, son su patria y sus compatriotas.

La verdad es que podría, perfectamente, escaquearme diciendo que cada cual tiene perfecto derecho a hablar con dureza de aquello que ama, precisamente porque lo ama. Y que cuando abro un libro de Historia y observo ciertos atroces paralelismos con la España de hoy, o con la de siempre, y comprendo mejor lo que fuimos y lo que somos, me duelen las asaduras. Aunque, la verdad, ya ni siquiera duelen. Al menos no como antes, cuando creía que la estupidez, la incultura, la insolidaridad, la ancestral mala baba que nos gastamos aquí, tenían arreglo. La edad y las canas ponen las cosas en su sitio: ahora sé que esto no lo arregla nadie. España es uno de los países más afortunados del mundo, y al mismo tiempo el más estúpido. Aquí vivimos como en ningún otro lugar de Europa, y la prueba es que los guiris saben dónde calentarse los huesos. Lo tenemos todo, pero nos gusta reventarlo. Hablo de ustedes y de mí. Nuestra envilecida y analfabeta clase política, nuestros caciques territoriales, nuestros obispos siniestros, nuestra infame educación, nuestras ministras idiotas del miembro y de la miembra, son reflejo de la sociedad que los elige, los aplaude, los disfruta y los soporta. Y parece mentira. Con la de gente que hemos fusilado aquí a lo largo de nuestra historia, y siempre fue a la gente equivocada. A los infelices pillados en medio. Quizá porque quienes fusilan, da igual en qué bando estén, siempre son los mismos.

Pero me estoy metiendo en jardines complejos, oigan. El que quiera tener su opinión sobre todo eso, acertada o no, pero suya y no de otros, que lea y mire. Y si no, que se conforme con Operación Triunfo, con Corazón Rosa o con Operación Top Model, o como se llamen, y le vayan dando. Cada cual tiene lo que, en fin, etcétera. Ya saben. Por mi parte, como todavía me permiten y pagan este folio y medio de terapia personal cada semana –es higiénico poder morir matando–, me reafirmo un día más en lo de país de mierda. Y lo voy a justificar hoy, miren por donde, con una bonita anésdota anesdótica. Una de tantas.

Verán. Un niño de siete años, sobrino de un amigo mío, observando hace poco que varios de sus amigos llevaban camisetas de manga corta con banderas de varios países, la norteamericana y la de Brasil entre ellas –algo que por lo visto está de moda–, le pidió al tío de regalo una camiseta con la bandera española. «Van a flipar mis amigos, tito», dijo el infeliz del crío. Según cuenta mi amigo, el sobrinete bajó al parque como una flecha, orgulloso de su prenda, con la ilusión que en esas cosas sólo puede poner una criatura. A los diez minutos subió descompuesto, avergonzado, a cambiarse de ropa. El tío fue a verlo a su habitación, y allí estaba el chiquillo, al filo de las lágrimas y con la camiseta arrugada en un rincón. «Me han dicho que si soy facha o qué», fue el comentario.

Siete años, señoras y caballeros. La criatura. Y no en el, País Vasconi en Cataluña, ni en Galicia. En la Manga del Mar Menor, provincia de Murcia. Casualmente, y sólo una semana después de que me contaran esa edificante historia infantil, otro amigo, Carlos, gerente de un importante club náutico de la zona, me confiaba que ya no encarga polos deportivos para sus regatistas con el tradicional filetillo de la bandera española en las mangas y en el cuello. «En las competiciones con clubs de otras autonomías –explicó– están mal vistos.»

Dirán algunos que, tal y como anda el asunto, podríamos mandar a tomar por saco ese viejo trapo y hacer uno distinto. Al fin y al cabo sólo existe desde hace dos siglos y medio. Podríamos encargarle una bandera nueva, más actual, a Mariscal, a Alberto Corazón, a Victorio o a Lucchino. O a todos juntos. Pero es que iba a dar igual. Tendríamos las mismas aunque pusiéramos una de color rosa con un mechero Bic, un arpa y la niña de los Simpson en el centro; y en las carreteras, el borreguito de Norit en vez del toro de Osborne. El problema no es la bandera, ni el toro, sino la puta que nos parió. A todos nosotros. A los ciudadanos de este país de mierda. "

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca antes de leerlos a todos ustedes, habría podido imaginar semejante separación. Siempre he visto a España como un país ejemplar, capaz de haberse podido rehacer de todo el daño causado por la guerra civil y tantos años de opresión.
Hoy veo que esos años dejaron profundas huellas que, además de ser difíciles de borrar, le están causando un terrible daño a las nuevas generaciones.
Deseo fervientemente que algún día, puedan despertar de esta pesadilla.

Outsider dijo...

De todos modos, en mi opinión, ya no tiene nada que ver con la guerra civil. No sabría donde buscar las razones pero lo de las banderas no es nuestro punto fuerte. Hay banderas para todos los gustos e incluso la clasica bandera española tiene variantes fáciles de observar en un campo de futbol. Desde la ilegal "facha" del pollo, aguilucho fascista de la época franquista, a la oficial, con el escudo constitucional, tenemos una gama de pseudo banderas que incluyen toros (anuncios de licores que se han convertido en simbolo nacional... y así nos va) y lo más habitual que es quitar todo escudo y dejarla sin nada, ambigüa pero beligerante como su propio origen. Ya entonces proliferaban las banderas como las costureras y así hasta la fecha, donde cada comunidad tiene una bandera, tradicional o inventada, ya sea verde porque era la bandera de un califato (vamos... como Hamás), o roja con estrellas blancas por poner algo (aunque creo que el que lo parió debia tener acciones en cierta marca de cerveza...) Es significativo que en el extranjero, donde más sentimiento nacional se tiene, este se ve representado por las regiones de las que se proceden, y ahí tienes un ejemplo bien claro, los españoles en argentina no dejan de sentirse españoles... pero sin embargo se les llama gallegos. Por algo será.

leticia dijo...

Desconocía que tuvieran tanta diversidad de banderas, sólo pensaba que los escudos representaban "de todo".
En cuánto al término "gallego", nunca estuve de acuerdo con eso. Calculo que la comunidad gallega habrá sido la primera en instalarse en Argentina. Por aquí tenemos la costumbre de quedarnos con lo primero que aparece, como definición (birome, gillette, etc.)

Outsider dijo...

Si a eso voy... esa primera comunidad no dijo que fueran españoles, sino gallegos. Si se hubieran autodenominado vidicilitanos, para los argentinos, vidicilitano habría sido sinónimo de español, vamos, que en realidad la razón de que nos llamen gallegos en argentina se debe a que esos gallegos no se consideraron españoles... sino gallegos.

leticia dijo...

Entiendo. Estoy sorprendida! En realidad siempre existieron esas diferencias entre las comunidades españolas! Te aseguro que nunca lo había notado.

Elektra dijo...

realmente no sé muy bien de qué estais hablando. que hay muchas banderas está claro. cada comunidad tiene la suya. ahora, que los habitantes de esas comunidades no se consideren españoles es algo que solo ocurre en dos o tres comunidades a lo sumo. uno puede sentirse orgulloso de ser andaluz, extremeño, valenciano o madrileño pero nunca dejarán de decir que son españoles independientemente de que su comunidad les aporte características y costumbres propias que los diferencie de los otros.

es muy fuerte comparar el califato omeya de córdoba con hamás, outsider.

Outsider dijo...

Nadie ha dicho lo contrario Padme, solo que fue ese orgullo de ser gallego el que prevaleció en argentina y por ello hablaban de gallegos cuando se referían a españoles sin que se consideraran menos españoles por ello.

Y lo de hamas, je, no comparé el califato de cordoba ni andalucía con Hamas, sino su bandera que son del mismo color por compartir el mismo origen.

Elektra dijo...

el color verde de la bandera andaluza es el color más extendido en el mundo islámico y no particularmente en hamás que es a mi gusto el peor ejemplo que has podido poner. pero la verdad es que no sé quien me manda meterme en camisas de once varas.

jordi dijo...

borregos que somos unos borregos. y de pequeño ya nos van haciendo borregos. Y que coño dara la bandera que hay en la camiseta. A ver si aprendemos. Saludos

Ivan Gil dijo...

la manipulacion de las masas. Ultimamente he encontrado la luz y me contengo para no entrar al trapo en estas discusiones, que son el caldo de cultivo de los de arriba para que los llanos nos demos de tortas desde hace siglos. Asi no nos quejaremos nunca suficientemente por lo que deverdad importa como es el trabajo, la vivienda, etc.
Lo que pasa ahora es consecuencia de la guerra civil...pero es que lo que paso en la guerra civil era consecuencia de la segunda republica y de la dictadura de primo y esta de la primera y esta...abla bla bla.
Hemos sido manipulados durante siglos. A veces los hombres detras de la cortina son masacrados y una nueva elite ocupa su lugar. Pero siguen manipulando...y aprovechandose del trabajo ya hecho.
Que los dioses nos protegan de los que han provocado intencionada y matematicamente esta crisis financiera internacional con unos fines muy concretos.

Outsider dijo...

Siempre ha habido quien ha pretendido y conseguido manipular al resto, la sociedad como tal se basa precisamente en eso, de todos modos me niego a pensar que hay un mente pensante que realmente dirige y piensa sinceramente en algo más lejano que su propia existencia y su propio enriquecimiento. Me inclino más a pensar que todas esas causas lo pretendían ser de consecuencias más banales y que las consecuencias que provocaron se salían por completo de su autentico propósito que era el de enriquecerse particularmente.

Ivan Gil dijo...

esta crisis esta matematicamente manipulada, y su proposito es simple y de lo mas banal: EL PODER. Tener mas poder y mas riqueza. Es un tema que da mucho de si, pero bueno, yo soy de los que piensan que el atentado a las torres gemelas lo organizaron los magnates del petroleo americanos.

Outsider dijo...

Puede... pero empezaron invadiendo un país en el que no había mucho petroleo... más bien nada. Aúnque con ello se podía controlar el futuro suministro de gas a Europa... ya que actualmente entra por Georgia y casualmente también ha entrado en conflicto...

Aún así estoy convencido de que nos quieren hacer creer que todo está controlado, que todo obedece a unos oscuros intereses y aunque siempre hay intereses ocultos en toda maniobra que vaya acompañada de dinero, yo soy de los que opinan que en realidad todo está fuera de control, que siempre lo ha estado y que una prueba de ello es el futuro que les ha deparado a todas las civilizaciones que creyeron estar en la cima del mundo. Estoy convencido de que no había ningún Ejipcio, Persa, Griego o Romano que creyera que su mundo iba a terminar como lo hizo y seguro que había entonces, como hoy, agoreros que predecían lo que iba a ocurrir a partir de lo que estaba ocurriendo.

Ivan Gil dijo...

no me malinterpretes.Los gobiernos no tienen el control. Y muchas variables no son controlables. Pero hoy, al contrario que ayer, el mundo es pequeño, sino diminuto.La globalización economica hace y la supeditación a las economias bursatiles, pasando por que practicamente todo el dinero en circulación es VIRTUAL(papel sin valor)unido al control de la población mediante dni, hacienda, bla bla de una manera nunca antes lograda en la historia...lo cierto es que es muy facil controlar y bueno, lo de manipular esta tirado(mas de 3 millones de españoles ven la tv mas de 10 horas diarias) acojonante. Son jubilados, seguro y algunas amas de casa pero...

No, Outsider, en mi opinión es muy facil provocar, y controlar el descontrol. Mas aún cuando el hilo de la marioneta es visible(yo sabia lo de esta crisis desde hace varios años, y como yo muchos)

pero, en el fondo, sea cierto o no, ¿Qué mas da?