domingo, junio 15, 2008

Soledad

Hoy he visto en la ventana al cielo de Bruma, una reflexión sobre la soledad, sobre esa soledad que se busca al margen de la soledad que se siente cuando se está realmente solo, cuando no se tiene forma de evitar estar solo.

Comparto buena parte de lo dicho, ya que es una sensación que más de una vez he buscado y he encontrado con el riesgo, de caer en la autentica soledad, como apuntaba Tilie. Pero es que en realidad esa soledad no lo es tal, por un momento, por el tiempo que lo conseguimos, no estamos solos, nos encontramos con nosotros mismos y la diferencia estriba en que estemos a gusto con esa compañía o no lo estemos. Cuando no lo estamos, rechazamos nuestra propia compañía y descubrimos esa soledad negativa. Si por el contrario estamos a gusto con nuestra compañía, no nos encontramos estrictamente solos.

Por otra parte, también existe la soledad en compañía. Las razones de esa soledad son las mismas que citaba antes cuando no estamos a gusto con nuestra compañía y entonces es fácil sentirse solo en medio de una multitud, si además no se está a gusto con uno mismo... esa soledad puede ser deprimente.

Uno puede estar completamente solo, no tener a nadie alrededor pero saber que en la distancia hay quien te está acompañando... puede generar sensaciones dispares de tristeza y alegría, reírte al escuchar una canción triste o llorar con una alegre... yo a eso no lo llamo soledad.

4 comentarios:

leticia dijo...

He leído muy atentamente todas las teorías en el sitio de Bruma, y éste, tu comentario más explayado. He llegado a la conclusión que la soledad "es" o "no es", dependiendo de lo que consideremos nosotros, compañía.

Outsider dijo...

Por supuesto... pero como en todo... depende de la definición de rico que tengas para poder descubrir que todos somos ricos, todos somos pobres o no son tan ricos los ricos ni tan pobres los pobres.

Bruma dijo...

Cuando uno busca la soledad como yo la buscaba ese día que escribí sobre ella, no es por no estar a gusto conmigo misma, que lo estaba, sino porque precisamente lo que necesitaba era disfrutar de lo que tenía en mi cabeza y de lo que sentía. Era un cúmulo de cosas e incluso de sentimientos encontrados de pena y alegría pero para los que necesitaba estar sin nadie alrededor que me distrajera de los mismos.

Había dejado pasar esta entrada tuya sin darme cuenta.

La verdad es que sobre la soledad podría decir muchas cosas. Tanto buenas como malas ya que en ocasiones también me he sentido sola sin quererlo y me he sentido abandonada. Ahora la verdad es que pese a que paso mucho tiempo sola, no tengo esa sensación de soledad prácticamente nunca.

Outsider dijo...

Yo sigo pensando que la peor soledad es la que se siente en medio de la multitud... porque normalmente es una soledad que no tiene remedio ya que ninguna de esas personas es la que quieres tener por compañia.