viernes, junio 27, 2008

Marionetas

Nunca he creído en brujería, soy convencido creyente de la no existencia de nada que carezca de explicación, pero he de reconocer que no tenemos explicación para la mayoría de las cosas. En cada momento de la historia del hombre, los científicos de la época creían que lo que no estaba ya descubierto, se descubriría en breve y serían partícipes de ese descubrimiento. El tiempo demostró una y otra vez que estaban equivocados, incluso hubieron teorías que se desmontaron como erróneas y que un tiempo después volvieron a pensar que a fin de cuentas no estaban tan equivocados... (naturaleza de la luz) me imagino que es solo cuestión de tiempo que vuelvan a llegar a la conclusión de que están equivocados nuevamente.

No soy tampoco de los que opinan que el cerebro humano se utiliza en solo un 5% o 10% o el absurdo porcentaje que se determine, de hecho es algo que ha sido rebatido una y otra vez por esos mismos científicos que creen que casi todo está descubierto, pero vamos, es la ventaja que tengo de no ser científico... puedo creer o no creer independientemente de lo que crea de lo que los científicos puedan decir.

Sin embargo he de reconocer que no soy capaz de explicarme muchas de las casualidades que encuentro en mi vida, a veces parecen señales, pero eso implicaría una fuente de esas señales que acabaría justificando a aquellos que creen que un destino o un ser superior rige nuestras ilusas vidas.

A veces me veo a mi mismo como uno de esos personajes, simples marionetas que pueblan tantos y tantos juegos tipo Faraón, Age of Empires y tantos... (la inteligencia artificial de esos personajes ha mejorado tanto desde las primeras versiones del juego que a veces es difícil discernir si juegas contra otro jugador o contra la máquina). No creo en Dioses ni nada que se les parezca, salvo que nosotros mismos seamos dioses cuando jugamos a esos juegos, pero me imagino un mundo en el que la tecnología ha avanzado suficiente como para crear ese juego en el que nosotros somos unos simples figurantes con inteligencia artificial. Nuestro concepto del tiempo sería similar al de esas figuritas... se pasa de una era a la siguiente y se pueden emular 2000 años de historia en 30 minutos... igual resulta que en el ordenador del chaval que juega a ser Dios en esa civilización, arrancó nuestro conocimiento artificial con el Big Bang que supone arrancar el ordenador que tiene en su habitación... y dentro de unas horas, lo apagará con un nuevo big Bang y el universo artificial en el que vivimos colapsará.

Partiendo de ese desconocimiento... me imagino que en el último update de mi personaje se me ha dotado con la facultad de saber que estoy dentro del juego y de intuir lo que hacen otros jugadores sabiendo lo que hacen otros personajes... no se igual soy un virus en la computadora del chaval.

En fin... que cualquier día hay un apagón... y dejamos de existir sin más... supongo que eso no seré capaz de intuirlo... así que mientras viva, seré ese leñador que se pierde en el bosque del juego y se olvida de recoger leña, seré ese brujo que adivina por donde viene el enemigo... para eludirlo y de cuando en cuando miraré arriba y saludaré al chaval para decirle que a este paso va a perder la partida.





4 comentarios:

leticia dijo...

Es que somos personajes, marionetas o figuras(como quieras llamarles), de un mundo que no es tecnológico ni de ficción, sino de una gran realidad, en dónde otros seres(también reales) nos manejan a su antojo e imponiendo sus reglas. Y esto es asi, porque nosotros dejamos que lo sea. No es casual sino, causal.
No creo en seres superiores de ninguna especie. Creo en nosotros como hacedores de nuestro propio destino, lo que sucede es que no lo sabemos, y seguimos con el programa que traemos desde nuestra crianza. Salirnos de ese esquema y fortalecer nuestro pensamiento que es energía pura, es una ardua tarea, por eso preferimos seguir contemplando lo que sucede, como detrás de un cristal.
Fijate a modo de ejemplo, como yo, desde la primer frase de este comentario, estoy "creando" mi propio destino de sumisión.

Outsider dijo...

Tienes toda la razón, para ser precisos he de decir que no creo en absolutamente nada... quería centrarme en las cosas que no tienen explicación, no porque no la tengan sino porque no la conocemos y me puse a expecular sobre nuestra manejable naturaleza.

De todos modos me gustaría matizar lo que dices, efectivamente somos unos títeres de esos seres reales que tienen el poder y nos gobiernan... pero también lo somos de nosotros mismos y de todos aquellos que nos rodean, al final estamos atados con hilos invisibles que manejan nuestra voluntad haciendonos creer que somos dueños de la misma... y al tiempo, en lo que nos incorporamos a la red, movemos los hilos de otros que están conectados a nosotros... ¿desvarío?... será que es sábado.

leticia dijo...

Quedate tranqui, no desvariás, a no ser, que lo hagamos juntos... tal vez porque sea sábado.
El programa del que hablo nos afecta a todos y a nuestro entorno, y tal como en una cohesión molecular, nos vemos afectados unos con otros, formando un todo "programado". Sólo los cambios individuales,de muchos individuos, podrían producir un cambio global...mmmm, la veo difícil... vos, ¿cómo la ves?

Outsider dijo...

Es cierto, pero al final no somos dueños de las decisiones colectivas, y son precisamente esas las que de alguna manera nos inducen aquellos que tienen el poder.